Abordaje del trastorno depresivo mayor desde casa
Debido a su accesibilidad, portabilidad y autoadministración, la estimulación transcraneal por corriente directa se presenta como una opción prometedora en su tratamiento.
Bajo estado de ánimo prolongado, incapacidad de experimentar sentimientos de placer, problemas de insomnio, falta de apetito, alteración del funcionamiento psicomotor y pérdida de energía son algunos de los síntomas que caracterizan al trastorno depresivo mayor (TDM) [1]. Una condición que impacta aproximadamente al 5% de la población adulta y constituye una de las principales causas de discapacidad a nivel mundial [2, 3].
Los medicamentos antidepresivos y terapias psicológicas son su primera línea de tratamiento. Sin embargo, más de un tercio de los individuos con TDM son resistentes a estos y no logran la remisión clínica completa [1, 3]. Debido a su relación con la autolesión y el suicidio, resulta fundamental el desarrollo de intervenciones alternativas que complementen las terapias actuales y mejoren los resultados de los pacientes [2, 4].
Existen estrategias de neuromodulación como la estimulación magnética transcraneal repetitiva (EMTr) y la terapia electroconvulsiva (TEC). Si bien son efectivas, no siempre están disponibles, tienen un alto costo y requieren asistencia de personal especializado para su uso [3]. Es así como surge la opción de la estimulación transcraneal por corriente directa (tDCS, por sus siglas en inglés).
Investigación prometedora
Con más de 150 participantes, un ensayo clínico remoto de control simulado llevado durante 10 semanas y publicado por Nature Medicine puso en práctica esta técnica de estimulación cerebral no invasiva [1, 5]. Mediante una gorra o banda flexible con electrodos que transmiten una corriente eléctrica débil indolora, se busca estimular las áreas del cerebro que regulan el estado de ánimo –córtex prefrontal dorsolateral. Muchos pacientes usaron antidepresivos y psicoterapias de manera paralela [1, 5].
Una vez finalizado el estudio y bajo una escala que mide las manifestaciones depresivas (Hamilton Depression Rating Scale), cerca del 45% de los participantes que recibieron el dispositivo tDCS activo experimentaron una reducción o recuperación de su sintomatología, que cayó 9,41 puntos según los parámetros establecidos. Mientras que aquellos con el aparato falso solo reportaron un 22%, con una disminución de 7,14 puntos. En comparación, se informó una mejora de síntomas, respuesta clínica y tasas de remisión [1, 5].
Al ser portátil y segura, la tDCS puede ser utilizada en casa y autoadministrada. El equipo de investigación desarrolló un protocolo domiciliario con supervisión remota en tiempo real a través de videoconferencias, que permitieron crear experiencias significativas de apoyo y contención. Este constituye un factor distintivo de otros ensayos de carácter similar, puesto que la mayoría de ellos se han llevado a cabo en clínicas especializadas y han requerido visitas diarias [1].
¿Qué tan eficaz es?
Problemas de concentración, enrojecimiento e irritación de la piel fueron los efectos adversos más frecuentes en personas con el dispositivo activo. Si bien dos reportaron quemaduras en el área, estas no se convirtieron en lesiones cutáneas permanentes ni cicatrices. Probablemente, causadas por esponjas que se secaron y tenían una humectación insuficiente de solución salina conductora. El ensayo no se relacionó con reacciones secundarias serias ni accidentes de riesgo suicida [1].
Por otra parte, se ha determinado en otras investigaciones que la terapia con tDCS no funciona para todos [5]. Algunas han establecido que no tiene efectos antidepresivos, no existen diferencias significativas entre dispositivos o los resultados son inconsistentes en cuanto a su eficacia [2, 4, 5]. Sin embargo, esto podría deberse a diferencias en metodologías y muestras, como es la participación de pacientes con una resistencia a tratamientos depresivos más severa [4, 5].
La evidencia disponible apunta a que la estimulación transcraneal por corriente directa mejora los síntomas del TDM, pero no hay claridad respecto a su ventaja por sobre tratamientos antidepresivos estándares [6]. A pesar de esto, sus mínimos efectos adversos, posibilidad de autoadministración, accesibilidad y bajo costo son convenientes en un manejo a largo plazo [6, 7]. Además, se sugiere su optimización para potenciar los efectos terapéuticos. Por ejemplo, mediante la combinación con terapias farmacológicas o cognitivas [6].
Gracias a sus múltiples beneficios, la tDCS se presenta como una alternativa prometedora. A pesar de resultados heterogéneos en cuanto a su efectividad, este último ensayo clínico demuestra su gran potencial para la expansión de las opciones terapéuticas disponibles.
Referencias:
[1] Woodham, R. et al. (2024). Home-based Transcranial Direct Current Stimulation Treatment for Major Depressive Disorder. Nature Medicine.
[2] Burkhardt, G. et al. (2023). Transcranial Direct Current Stimulation as an Additional Treatment to Selective Serotonin Reuptake Inhibitors in Adults with Major Depressive Disorder in Germany. Lancet.
[3] Moffa, A. et al. (2020). Efficacy and Acceptability of Transcranial Direct Currentstimulation (tDCS) for Major Depressive Disorder. Progress in Neuropsychopharmacology Biological Psychiatry.
[4] Zhang, R. et al. (2021). Efficacy and Acceptability of Transcranial Direct Current Stimulation for Treating Depression. Neuroscience and Biobehavioral Reviews.
[5] Naddaf, M. (2024). Brain Stimulation at Home Helps to Treat Depression. Nature.
[6] Jog, M. et al. (2019). A Review of Transcranial Direct Current Stimulation (tDCS) for the Individualized Treatment of Depressive Symptoms. Pers Med Psychiatry.
[7] Razza, L. et al. (2020). A Systematic Review and Meta‐analysis on the Effects of Transcranial Direct Current Stimulation in Depressive Episodes. Depression and Anxiety.
Por Dominique Vieillescazes Morán