Los nuevos enfoques de la inmunoterapia
Estudios con melanoma han servido de plataforma para desarrollar nuevas líneas de investigación en torno a esta técnica, convirtiéndose en un banco de pruebas para descubrir innovadoras terapias.
Optimismo es lo que prima en los científicos y médicos que han dedicado su vida profesional a perfeccionar y diseñar nuevas estrategias que favorezcan la detención temprana, manejo y tratamientos en torno al cáncer. La base de este estado son los vertiginosos avances que durante los últimos años ha mostrado la inmunoterapia, técnica basada en el reforzamiento del sistema defensivo para combatir de forma más eficaz las células tumorales, en las diferentes manifestaciones de esta enfermedad.
Se trata de una esperanza con fundamentos sólidos, que dio pasos claves durante 2013, progresos que según los expertos en este campo podrían multiplicarse durante los próximos meses, particularmente en el tratamiento del melanoma. Así al menos lo destaca la revista Nature, al publicar en su última edición cinco estudios que dan cuenta de la expansión de esta técnica, que si bien es conocida por la ciencia desde hace un siglo, recién en los últimos años consolidó su desarrollo, dando muestras de su potencial.
Una de las técnicas que muestra los avances más significativos es el bloqueo de los llamados puntos clave de control del sistema inmune, los que, en condiciones normales, ayudan al organismo a prevenir una hiperreacción del sistema inmunitario y, en extensión, la aparición de trastornos autoinmunes. En otras palabras, juegan el rol de frenar las defensas para evitar que reconozcan como extrañas y ataquen a determinadas partículas del propio organismo. Sin embargo, el cáncer se vale de estos “frenos” para actuar en su propio beneficio y “esconderse” del sistema inmune.
PD-1 es uno de los receptores que utiliza el cáncer para burlar a las defensas y evitar la aparición del batallón de células T. Es aquí donde se aprecia un paso concreto, ya que hasta el momento sólo se había logrado bloquear su acción en personas que sufrían melanoma o algunos tipos de cáncer renal, pero ahora surge la posibilidad de desarrollar nuevas aplicaciones e indagar en otras rutas de investigación, en base a los trabajos aparecidos en la citada publicación científica.
Uno de ellos es el estudio realizado por investigadores del Instituto de Oncología del Hospital Vall d'Hebron de Barcelona (VHIO), mediante el cual se ha demostrado, en fase 1, la efectividad de un anticuerpo monoclonal (denominado MPDL3280A) para el tratamiento de pacientes con tumores metastásicos de vejiga, un tipo de cáncer de mal pronóstico y que, durante las últimas tres décadas, no había mostrado avances terapéuticos significativos.
“Pese a que las evidencias son aún preliminares, el anticuerpo ya ha demostrado su capacidad para disminuir el tamaño de los tumores metastásicos de vejiga, lo que se convierte en una esperanza real para el manejo de esta patología”, explica la oncóloga Cristina Cruz, del Grupo de Desarrollo Clínico Precoz de Fármacos del VHIO. Aunque en esta etapa no era un objetivo de la investigación, los autores del trabajo reconocen que esta disminución está evidenciando un impacto positivo en la supervivencia.
Mecanismo de acción
De acuerdo a los datos aportados por la investigación, el fármaco actúa contra el PD-L1, proteína que está presente en el 30% de los tumores metastásicos y que se une al receptor PD-1 provocando el engaño al sistema inmune. Su efectividad alcanza el 43% de los pacientes que presentan esa proteína, aunque también se mostró útil en el 11% de los enfermos que tenían cáncer de vejiga pero no expresaban PD-L1.
Las causas de lo anterior no están claras, pero los investigadores sospechan que las técnicas de detección de PD-L1 sean limitadas o que la proteína no se exprese de forma permanente en el tumor. Las dudas que persisten en este tipo de inmunoterapia seguirán siendo indagadas en ensayos que comenzarán a realizarse dentro de poco en varios hospitales españoles.
Otro de los trabajos publicados en Nature amplía los usos del tratamiento y demuestra que el bloqueo de los puntos clave de control del sistema inmune produce respuestas duraderas en pacientes con tipos de cáncer de pulmón, piel y riñón. Los resultados de la investigación indican además que esta terapia no representa riesgo alguno para los pacientes.
En tanto, una investigación de la Universidad de California reconoció la capacidad de marcadores inmunológicos como la expresión de PD-1, PD-L1 o CTLA-4 para predecir cuál será la respuesta al tratamiento con este tipo de inmunoterapia. En la misma línea, los dos trabajos restantes también arrojan luz sobre cómo identificar a los sujetos que, en mayor medida, pueden beneficiarse de estos tratamientos.
“Nos entusiasma ver que se están abriendo enormes vías de investigación. Los estudios con melanoma han servido de plataforma para desarrollar nuevas líneas y ha sido un banco de pruebas que permitirá seguir descubriendo nuevos desarrollos terapéuticos”, adelanta el oncólogo Salvador Martín Algarra, director del Departamento de Oncología Médica de la Clínica Universidad de Navarra.
