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ANALES

OFTALMOLÓGICOS

Tomo VII • Vol. III • N˚1-2-3 · 2017 • Santiago - Chile

coroides y ausencia de necrosis. Históricamente,

la patogénesis de la OS ha sido considerada

infecciosa o inmunológica. Actualmente se cree que

hay una reacción de hipersensibilidad retardada

autoinmunitaria a los melanocitos o al antígeno

del tejido retiniano. La OS es una enfermedad que

puede dejar secuelas visuales, con un tercio de los

pacientes terminando con una agudeza visual final

de 20/200 o peor

6

. Dentro de las complicaciones a

largo plazo se encuentran: cataratas, glaucoma

secundario, desprendimiento de retina exudativos,

cicatrización corioretiniana, neovascularización

coroidea, fibrosis subretiniana y atrofia óptica. La

base del tratamiento son los corticoesteroides,

los cuales pueden administrarse tópicamente,

subtenonianos, transeptales o sistémicos. Se debe

iniciar con dosis elevadas y mantener al menos

por 6 meses después de la resolución aparente

de la inflamación

5

. Tratamiento complementario

con fármacos inmunosupresores (azatioprina,

ciclosporina y clorambucilo) ha reducido la

inflamación de forma eficaz, permitiendo la

reducción de corticoides hasta niveles no tóxicos

y en algunos casos inducir la remisión aparente

de la enfermedad

7-8-9

. Se ha postulado que 65%

de los ojos tratados con corticoesteroides tenían

una agudeza visual estable de

20/60

10

. Ojos sin

pronóstico visual y desorganización demostrable del

contenido ocular se recomienda la enucleación en

las 2 semanas siguientes a la herida para impedir

OS. Enucleación del ojo excitador una vez que la

OS ha empezado sigue siendo un tema polémico.

Una revisión de Winter 257 casos de OS probada

con histología, no reveló beneficio del ojo simpático

con la enucleación del ojo excitador

5

.

El cuadro clínico del paciente presentado, inicia

con una uveítis anterior, que posteriormente

evoluciona a una uveítis granulomatosa bilateral,

con disminución de visión en ojo simpatizante

producto de un desprendimiento de retina seroso.

En nuestro paciente antes de establecer el diag-

nóstico de Oftalmía Simpática por el antecedente

de dos procedimientos quirúrgicos previos en ojo

excitador, descartamos otras causas de uveítis

granulomatosas difusas como sífilis y tuberculosis.

Las exploraciones sistémicas realizadas al paciente

y los exámenes complementarios no revelaron

ninguna patología asociada al cuadro ocular.

Para confirmar el diagnóstico de nuestro paciente

se realizó además angiografía fluoresceínica y

ecografía ocular modo B. Una vez confirmado el

diagnóstico de inició corticoesteroides en pulsos

de Metilprednisolona con respuesta satisfactoria

por el paciente, con mejoría de agudeza visual

hasta 20/30 con corrección. Posteriormente

se mantuvo con corticoides orales, y se agregó

azatioprina para ir disminuyendo progresivamente

las dosis de corticoides. No se realizó enucleación

de ojo excitador, basándose en la literatura y en

la experiencia publicada por Winter.

Conclusión

La Oftalmía Simpática es una enfermedad grave,

con exacerbaciones y evolución progresiva que

suele derivar en una baja visión. El diagnóstico

es clínico, con antecedente de trauma o cirugía

ocular. Se deben usar dosis elevadas de esteroides

una vez hecho del diagnóstico y complementarlo

con fármacos inmunosupresores que permitan

disminuir las dosis de esteroides, evitando sus

reacciones adversas a largo plazo. De tener un

tratamiento oportuno, muchos pacientes recuperan

o mantienen buena agudeza visual.

Figura 1: Biomicroscopia anterior ojo derecho. Córnea con PK

endotelial fino, Tyndall celular y proteico.

Figura 2: Biomicroscopia anterior ojo Izquierdo. Quemosis e

hiperemia conjuntival, conjuntivalización corneal y leucoma central.