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EDITORIAL
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HISTORIA DE LA GASTROENTEROLOGÍA INFANTIL
Mayo
2015.
Volumen
14
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N
°
60
Dr. Francisco Barrera Q.
Servicio Pediatría. Hospital Clínico San Borja Arriarán.
Corrían los años
1960
. Época de importantes
cambios en el mundo y también en Chile, el
movimiento hippie, intentos de cambios sociales
y políticos profundos en muchos países de
América Latina, la Reforma agraria en nuestro
país, fomentó a la educación como elemento de
superación de la pobreza, importante mejoría de
los índices de salud de la población y también
en lo artístico el surgimiento de la denominada
“Nueva ola” como otra expresión de cambio.
En el ámbito médico y hospitalario, por aquellos
años en nuestro hospital Manuel Arriarán, hacía
poco tiempo el Dr. Julio Meneghello Rivera partía
a asumir la jefatura de servicio de Pediatría
(ganada por concurso) en el Hospital Roberto del
Río, siendo reemplazado por el Dr. José Bauzá
Frau. En el hospital Manuel Arriarán empezaban
a desarrollarse las diversas especialidades
pediátricas, entre ellas la Gastroenterología
Infantil, que al igual que en los hospitales
Roberto del Río (Osvaldo Danús Vásquez), Luis
Calvo Mackenna (José Zacarías Sarah) y San
Juan de Dios (Eric Saelzer Weisser) contaba con
algunos especialistas precursores e impulsores
de dicho desarrollo. En el Hospital Arriarán
estaban los Drs. Fernando Donoso y Morelia
Vallejos. En esa época de fines de la década
de
1960
, los médicos que se dedicaban a esta
especialidad se habían formado gracias a su
propio esfuerzo y dedicación. Incluso en E.E.U.U.
y Canadá habían muy pocos lugares donde acudir
a conocer alguna técnica o a sub especializarse.
La contribución del Hospital Arriarán en el
surgimiento de la Gastroenterología Infantil en
Chile fue importante. En esos tiempos de
profundos cambios, aún recuerdo haber visto a
Fernando Donoso, paseándose por los extensos
jardines del hospital con una gran radio a pila,
escuchando los discursos revolucionarios de
aquella época de Fidel Castro y Ernesto Che
Guevara, muy convencido que era el camino
a recorrer para América Latina.
Ambos gastroenterólogos preocupados por la
incipiente especialidad, en la cual predominaban
las parasitosis, las consecuencias de la
desnutrición en el tubo digestivo, la enfermedad
celíaca y la hemorragia digestiva. Junto a ello
la
insuficiencia
hepática
ocasionada
fundamentalmente por el virus A de la hepatitis.
Pronto se agregarían el Dr. Oscar Brunser
Tesarschu en la investigación de los profundos
cambios histopatológicos del epitelio intestinal
en el niño desnutrido, cuyos estudios lograrían
reconocimiento internacional y el Dr. Carlos Pérez
Baladrón académico de la Universidad de Chile,
en las parasitosis.
La Dra. Morelia Vallejos, cuya condición de dama
inspiraba profundo respeto, aunque y a pesar
de ello, su belleza y sus encantadores ojos
color canela eran motivo de profunda
admiración, sobresalía profesionalmente por su
tremendo compromiso con el trabajo. Destacaba
en ella su interés por el incipiente estudio de
la hemorragia digestiva, con un procedimiento
simple pero de gran utilidad para la época. La
vi efectuar en muchas oportunidades el “test del
cordel”, para investigar hemorragia digestiva
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