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Requerimientos de agua
Están representados por pérdidas insensibles y diuresis. No se consideran pérdidas por deposi-
ciones (a menos que éstas sean anormales) dado que tampoco se considera en los aportes el agua
de oxidación (en pacientes críticos o en situaciones de oligoanuria por insuficiencia renal se debe
considerar agua de oxidación, 15 ml x 100 kcal metabolizadas). Tampoco se considera pérdidas
por sudoración, dado que en las condiciones ambientales normales de una sala de hospitalización
este fenómeno es mínimo o está ausente.
Pérdidas insensibles
: 45 mL/100 kcal (piel: 30 mL; pulmones: 15 mL)
Diuresis
: 55 mL/100 kcal
Total requerimientos de agua : 100 mL/100 kcal metabolizadas
Cuando se asigna a diuresis un volumen de 55 mL/100 kcal metabolizadas, se está aportando
un volumen tal que permite al riñón excretar un amplio rango de carga renal de solutos (entre 10
a 40 mOsm/100 cal) sin variar de manera importante la osmolaridad urinaria.
Los requerimientos de agua se modifican en las siguientes situaciones:
- Por cada grado de temperatura ambiente sobre 31° aumenta el aporte de agua en 30 mL/l00
kcal metabolizadas y el aporte de Na
+
y Cl
-
en 1 mEq/100 cal metabolizadas.
- Por cada grado de temperatura corporal sobre 37,5 °C aumentar el aporte en 12%.
- Respiradores, cámaras húmedas: disminuir pérdidas insensibles a 20 mL/100 kcal metabolizadas.
- Hipernatremias con eje ADH-riñón normal, disminuye requerimiento total de agua a
75 mL/100 kcal metabolizadas.
- Niños con edema (renales, cardíacos, etc.), disminuye el aporte de Na
+
a 1-1,5 mEq/100 cal
metabolizadas.
- En situaciones de oliguria obligada (SIADH, insuficiencia renal aguda) disminuye el aporte de
agua a pérdidas insensibles más pérdidas medibles, lo mismo que en situaciones de poliuria
obligada (diabetes insípida central o nefrogénica).
- En pacientes críticos o en pacientes cursando con insuficiencia renal aguda, considerar entre
los ingresos el agua de oxidación, que corresponde a 15 mL/100 kcal metabolizadas.
- Se debe tener especial cuidado en pacientes posoperados (especialmente en las primeras
24 horas) y niños hospitalizados, en quienes el riesgo de una secreción inapropiada de ADH es
alto. Existen diversos estímulos no osmolares de la secreción de ADH en estos grupos (dolor,
ansiedad, náuseas o vómitos, uso de analgésicos opiáceos o AINES, entre otros). De esta ma-
nera, al no tomar en consideración esta respuesta, se corre el riesgo de inducir hiponatremia,
por limitación de la capacidad de excreción de agua libre. Esta situación ha sido atribuida en
algunas publicaciones al uso de sueros de mantención hipotónicos, pero fisiopatológicamen-
te corresponde a la administración de un exceso de agua para la situación clínica del niño y
se evita restringiendo volumen (75% de las necesidades basales), además de un adecuado
control posoperatorio, que incluya idealmente una medición de electrolitos plasmáticos a las
6-8 horas.
Requerimientos de electrolitos
- Na
+
2,5 a 3,5 mEq/100 kcal
- K
+
2,5 mEq/100 kcal
- Cl
-
5,0 mEq/100 kcal
Esto significa que necesariamente los sueros de mantención son hipotónicos (reemplazan
pérdidas hipotónicas).
Requerimientos calóricos
Aporte en glucosa el 20% del gasto metabólico calculado, esto se consigue aportando 5 g
de glucosa por cada 100 calorías metabolizadas. Corregir el aporte de glucosa según glicemia.
2. Corrección del déficit
El tiempo de corrección y el tipo de solución empleada para corregir el déficit dependerá de
la severidad (magnitud) de la deshidratación y de su tipo osmolar.