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Cuerpo extraño esofágico y gástrico

Gladys Guevara P.

CAPÍTULO 8

La ingestión de cuerpo extraño (CE) tiene una alta incidencia en pediatría. El 85% de los

casos se ve en niños, 73% ocurre en menores de 5 años con mayor frecuencia entre los 6 meses

y 3 años. Los CE más frecuentemente ingeridos son monedas seguido por magnetos, juguetes

pequeños, pilas de botón, joyas y alimentos. La mayoría pasan a través del tracto gastrointestinal

sin incidentes, solo un 10 a 20% requiere extracción endoscópica, y un 1% requiere intervención

quirúrgica. Los niños presentan condiciones predisponentes: condiciones anatómicas y funcionales

del esófago y tracto GI como estenosis, dismotilidad esofágica, acalasia, historia de atresia esofá-

gica o fístula traqueoesofágica. La retención de alimentos en esófago puede ser considerado un

síntoma de esofagitis eosinofílica principalmente en niños mayores y adolescentes.

Cuadro clínico

Los síntomas dependen del tamaño y forma del objeto, su localización y el tiempo que lleva

ingerido; cerca del 50% de los casos con ingestión conocida son asintomáticos. En el esófago,

la zona más frecuente donde se retiene los CE es el esfínter esofágico superior (60 a 70%), en

el tercio medio a nivel del arco aórtico (10 a 20%) y en el esófago distal a nivel del esfínter eso-

fágico inferior (20%).

Si el objeto se localiza en el esófago, principalmente en el tercio superior,

los síntomas incluyen sialorrea, atoro o disfagia; si el objeto es largo y orientado hacia la tráquea

se puede ver tos, dificultad respiratoria o estridor, algunos pacientes pueden tener sensación de

opresión o dolor en el cuello, faringe, tórax o abdomen, vómitos, rechazo alimentario o irritabili-

dad. La perforación de esófago se puede manifestar con edema o crépitos en el cuello

.

Si el objeto

atraviesa el píloro se puede producir una obstrucción intestinal que se manifiesta con dolor abdo-

minal, distención, vómitos e intolerancia alimentaria; otra complicación probable es la perforación

intestinal que se caracteriza por dolor abdominal, distención, vómitos y fiebre.

Evaluación

Examen físico inicial, luego solicitar una radiografía de tórax incluyendo proyección antero

posterior (AP) y lateral que permite localizar objetos radiopacos, pero puede no ver objetos que

están a la entrada del tórax o pasado el píloro, por lo tanto también se deben solicitar radiografías

de cuello y abdomen. En la radiografía AP, la moneda en esófago aparece como un disco circular

(de cara) mientras que en la radiografía lateral se demuestra como una delgada línea (de borde),

por el contrario, una moneda en la tráquea aparece de cara en la radiografía lateral y de borde

en la radiografía AP.

Se debe distinguir una moneda de una pila de botón, debido a que la batería en esófago se

debe extraer con urgencia: una batería de botón tiene el signo del halo o doble densidad en la

periferia del objeto de cara, a diferencia de la moneda que aparece como un objeto discoide de

aspecto uniforme.

Si el paciente está sintomático y las radiografías no muestran nada, se debe realizar una en-

doscopia para diagnóstico y tratamiento. El momento de realizar la endoscopia depende de varios

factores: el estado clínico del paciente, la hora de la última comida, tipo de ingestión y localización

en el tracto G-I. El momento para realizar la endoscopia se puede dividir en tres categorías:

1. Emergente: menos de dos horas independiente del estado de ayuno (guías prácticas para

ayuno preoperatorio).

2. Urgente: menos de 24 horas desde la ingestión (siguiendo las mismas guías).

3. Electiva: mayor de 24 horas desde la ingesta (siguiendo las mismas guías).