

644
- Rash fugaz (no permanente) eritematoso.
- Linfadenopatías generalizadas.
- Hepatomegalia y/o esplenomegalia.
- Serositis.
No tiene predilección por sexo o edad. Presentan PCR y VHS elevados, leucocitosis, trombo-
citosis y anemia normocítica normocrómica. El 60%-85% logra una remisión completa o parcial,
pero hasta un 37% desarrollan una enfermedad poliarticular agresiva y destructiva. Los síntomas
sistémicos desaparecen con los años, en un tiempo promedio de seis años. Dos tercios de la mor-
talidad en AIJ están asociados con la forma sistémica de la afección, la cual está determinada en
gran parte por el síndrome de activación macrofágica.
Artritis indiferenciadas
Son aquellas que no cumplen con los criterios anteriores o cumplen criterios de más de una
categoría.
Uveítis asociada a AIJ
Es la complicación más frecuente en la AIJ. Dentro de los factores de riesgo para el desarrollo
de uveítis se encuentran: sexo femenino, AAN positivos y edad menor de 7 años. Debe ser tratada
por un oftalmólogo.
Pesquisa precoz o tamizaje
El pediatra deberá realizar el tamizaje y confirmar o descartar la sospecha diagnóstica a través
de historia reumatológica, examen del aparato locomotor y segmentario, posturas y patrones de
marcha, rangos de movimientos articulares y motricidad gruesa y fina.
Sospecha diagnóstica
Se debe sospechar AIJ en niños y adolescentes con artritis de una o más articulaciones de
etiología desconocida, de al menos seis semanas de duración, en que se han descartado otras
causas conocidas de artritis, por ejemplo: artritis infecciosa, síndrome linfoproliferativo, síndrome
febril, exantema infeccioso, artropatías de otra causa, y dolor musculoesquelético crónico de
origen mecánico.
Todo paciente con sospecha diagnóstica debe ser derivado inmediatamente para evaluación y
eventual confirmación del diagnóstico por reumatólogo pediátrico o inmunólogo. La confirmación
diagnóstica es eminentemente clínica, frecuentemente apoyada por exámenes de laboratorio e
imágenes.
Exámenes requeridos varían según presentación clínica y subtipo de AIJ.
Éstos pueden incluir:
- Hemograma.
- VHS y/o PCR.
- Orina completa.
- Perfil bioquímico.
- Ferritina frente a sospecha de AIJ sistémica y/o síndrome de activación macrofágica.
- Evaluación de función renal y hepática basal y en el seguimiento, ya que muchos fármacos
antirreumáticos producen toxicidad, estando contraindicados si hay deterioro funcional de
estos órganos.
- Anticuerpos antinucleares.
- Factor reumatoídeo.
- Anticuerpo anti-péptido citrulinado cíclico (anti-CCP).
- HLA-B27 en pacientes con espondiloartropatías.
- Cuantificación de inmunoglobulinas.