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principal diferencia entre las 3 preparaciones es su inmunogenicidad, por lo tanto, los riesgos de

reacciones de hipersensibilidad varían entre ellas. Estas drogas no están exentas de complicaciones

agudas. A continuación, veremos las más importantes.

a) Reacciones de hipersensibildad:

Es el evento adverso más frecuente de esta droga. En

la forma nativa de la asparginasa distintos estudios describen que este puede aparecer en

alrededor de un tercio de los casos, aunque otros reportan hasta 75%. En el caso del oncoas-

par estas se presentan en un 3%-24% de los casos, siendo más frecuente en pacientes que

utilizaron L-asparginasa previamente. Para Erwinasa se reporta en 4% a 37% de los casos. La

aparición de reacciones de hipersensibilidad depende de distintos factores, como son el tipo de

asparginasa utilizada, la dosis, cantidad de exposiciones y uso concomitante con otras drogas.

Los pacientes que presentan reacciones de hipersensibilidad crean anticuerpos, por lo que la

efectividad de la droga es menor. Frente a reacciones de hipersensibilidad si se usan formas

derivaras de

E. coli

, se debe cambiar el tratamiento a Erwinasa. Si a pesar del cambio presen-

tan reacción, se debe suspender tratamiento. Las manifestaciones clínicas son muy variables,

pudiendo ser leves (reacciones cutáneas por ejemplo) a graves que incluso ponen en peligro la

vida del paciente (anafilaxia). Frente a reacción alérgica se puede administrar antihistamínicos

y corticoides sistémicos para disminuir los síntomas, pero esto no disminuye el riesgo de que

esto vuelva a ocurrir.

b) Pancreatitis:

Su incidencia es de entre 2 a 18% de los casos. Es una reacción idiosincrática,

y tiende a aparecer dentro de las 2 semanas de la administración de la droga. Si se presenta

esta reacción, se debe suspender para siempre el uso de esta droga, ya que se ha visto que el

riesgo de desarrollar pancreatitis con dosis posteriores es mayor al 50%.

c) Hiperglicemia:

El uso de asparginasa se asocia con una disminución de la producción de

insulina y probablemente disminución de la expresión de receptores de insulina. Esto podría

explicar porqué entre un 4% y 20% de los pacientes presentan hiperglicemia que a veces

incluso requiere el uso de insulina para ser manejada. Esta reacción se ve acentuada cuando

se usa concomitantemente con corticoides sistémicos. La suspensión de tratamiento con as-

parginasa debe ser evaluada caso a caso.

d) Alteraciones de coagulación:

La asparginasa interfiere en la síntesis de numerosas proteínas

que participan en la cascada de coagulación y fibrinolisis, lo que lleva a un riesgo aumentado

de desarrolloar trombosis o sangramiento. Estos deben ser pesquisados y tratados, pero no

impide el uso de asparginasa.

e) Dislipidemia e hipertrigliceridemia:

Es transitoria, y se manifiesta durante el uso de aspar-

ginasa.

Síndrome de AraC (citarabna)

La citarabina es un antimetabolito antagonista de la pirimidina, sustancia fundamental para

la replicación celular. Pero, al igual que metotrexato, se une en células cancerígenas y normales,

por lo que lleva a la apoptosis de ambos tipos celulares.

Dentro de las reacciones adversas producidas por esta droga es importante conocer el “sín-

drome de AraC”. Este se presenta principalmente en regímenes en que se utilizan dosis altas de

esta droga (2 a 3 g/m

2

) y se caracteriza por una importante reacción inmunológica y se manifiesta

dentro de las 6 a 12 horas de su administración. Clínicamente se presenta con fiebre, mialgias,

dolor óseo, a veces dolor torácico, exantema y conjuntivitis. Esta reacción es autolimitada, pero

puede ser confundida con fiebre de origen infeccioso. La fiebre es el síntoma más frecuentemente

reportado, incluso con dosis menores de citarabina. En un estudio retrospectivo 67% de los pa-

cientes que recibieron dosis altas de citarabina presentaron fiebre, y 7% se trató con antibóticos

por sospecha de origen infeccioso de la fiebre. De estos, todos tuvieron cultivos negativos, y se

descontinuó el uso de antibióticos a las 24 a 72 horas de su inicio. Se ha visto que tanto la pro-

teína C reactiva como la procalcitonina se pueden elevar durante los episodios de fiebre asociado