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Toxicidad secundaria a metotrexato

El metotrexato es un antimetabolito que inhibe competitivamente a la enzima dihidrofolato

reductasa (DHFR), enzima que actúa a nivel del metabolismo del ácido fólico. El ácido fólico es

necesario para la síntesis de proteínas y ácido nucleico. El metotrexato compite con el ácido fólico,

evitando la síntesis, por lo tanto, de proteínas y ácidos nucleicos, lo que lleva a la muerte celular.

La acción del metotrexato no es selectiva, por lo tanto, produce apoptosis de células cancerígenas,

pero también de células normales, lo que explica su toxicidad. A continuación, se mencionan los

efectos adversos más importantes.

a) Neurotoxicidad:

La neurotoxicidad secundaria a metotrexato puede ser aguda, subaguda o

crónica. Dentro de las complicaciones neurológicas agudas, la principal es la leucoencefalo-

patía. Esta puede ser subclínica, en cuyo caso solo se observan alteraciones en la resonancia

nuclear magnética, o clínica, caracterizada por insomnio, confusión, agitación, convulsiones

y compromiso de conciencia. Otros efectos agudos menos frecuentes son: cefalea, náuseas,

vómitos y meningitis aséptica, estos suelen ser leves y resolverse en un plazo máximo de 72

horas postsuspensión de tratamiento con metotrexato.

b) Toxicidad renal:

La falla renal aguda secundaria a altas dosis de metotrexato es poco fre-

cuente (alrededor de 3% de los pacientes). Es secundario a la precipitación de cristales de

metotrexato, lo que produce obstrucción de los túbulos renales. Esto disminuye el clearance

de metotrexato (ya que se excreta principalmente por el riñón), lo que aumenta la toxicidad

de este. El metotrexato es insoluble en medio ácido. Es por esto que, la alcalinización urinaria

asociado a una buena hidratación disminuye el riesgo de nefrotoxicidad.

c) Toxicidad hematológica:

Aplasia medular secundaria que en general se presenta a la semana

de administrado este medicamento, y se mantiene por hasta tres semanas.

d) Toxicidad mucocutánea:

Riesgo aumentado de desarrollar mucositis.

Existen distintas medidas para prevenir la aparición de toxicidad secundaria a la administración

de altas dosis de metotrexato. Las principales medidas preventivas son:

a) Hiperhidratación y alcalinización de la orina:

Con estas medidas se aumenta la excreción

renal de metotrexato, al fomentar diuresis y mejorar la solubilidad del metotrexato y evitar

formación de cristales.

b) Evitar interacción medicamentosa:

Durante la administración de metotrexato no se deben

utilizar algunos medicamentos como son omeprazol y cotrimoxazol. Además se debe restringir

el consumo de ácido ascórbico.

c) Leucovorina (ácido folínico):

Como se mencionó anteriormente, el metotrexato compite

con el ácido fólico. Para contrarrestar los efectos nocivos de este, uno debe administrar leuco-

vorina, proporcionando a las células del organismo una fuente de ácido fólico, para eliminar

el “bloqueo metabólico” secundario a metotrexato. Su dosis se calcula en forma empírica

cuando se usan dosis bajas de metotrexato o según niveles plasmáticos de metotrexato cuando

se usan dosis altas de este (5 g/m

2

o más). Además, este debe ser administrado frente a signos

clínicos o de laboratorio de toxicidad.

Toxicidad secundaria a asparginasa

La asparginasa es una enzima que cataboliza el aminoácido aspargina impidiendo la forma-

ción de las células tumorales que necesitan asparagina para crecer. Se utiliza principalmente en

leucemia linfoblástica aguda y en algunos tipos de linfoma. Existen 3 formas de preparación de

la asarginasa: L-asparginasa, PEG-asparginasa (oncoaspar) y Erwinasa. Las dos primeras derivan

de la bacteria

Escherichia coli

, siendo la L asparginasa la forma nativa y la PEG asparginasa es

una forma modificada. Por otro lado, la Erwinasa deriva de la bacteria

Erwinia chrysanthemi

. La