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Alimentación normal en la edad
pediátrica
María Jesús Rebollo G.
CAPÍTULO 3
La alimentación del niño es un tema central en la edad pediátrica y en sus proyecciones para
la vida adulta. Dentro de los objetivos de una alimentación normal está el lograr un crecimiento
y desarrollo óptimo, el establecimiento de hábitos de alimentación adecuados y la disminución
del riesgo de enfermedades crónicas no trasmisibles en edades posteriores (obesidad, diabetes,
dislipidemias, hipertensión arterial).
Lactancia materna
La leche materna es específica del ser humano, satisface las necesidades nutricionales durante
los primeros 6 meses de vida ya que, además de permitir un adecuado crecimiento y desarrollo de
los distintos órganos y sistemas, se adapta a las limitaciones de maduración del aparato digestivo,
metabolismo intermediario y función renal. Esto determinado por su composición nutricional y fac-
tores bioactivos no nutricionales como células, hormonas, factores de crecimiento, factores inmu-
nológicos, oligosacáridos y microbiota entre otros, todo lo cual promueve un desarrollo y estado
de salud óptimo. Es, además, un factor determinante en el desarrollo de apego y neurodesarrollo.
Ventajas de la lactancia materna para el lactante
a) Óptima nutrición para los primeros 6 meses de vida en forma exclusiva y adicionada de ali-
mentación complementaria durante el segundo semestre.
b) Permite el mejor desarrollo psicomotor acorde con las potencialidades genéticas del niño.
d) Buen desarrollo de la microflora del tracto gastrointestinal.
e) Disminución del riesgo de desarrollar enfermedades crónicas asociadas a la nutrición: Obesi-
dad, diabetes tipo I y tipo II, dislipidemias.
f) Protección contra infecciones gastrointestinales y en menor grado infecciones respiratorias.
g) Menor riesgo de presentar asma, diabetes tipo 1, enfermedad celíaca, enfermedad de Crohn,
colitis ulcerativa, muerte súbita, leucemia y linfoma.
Composición de la leche materna (Tabla 1)
Destaca en su composición contenido de proteína de alto valor biológico adecuado para un
buen crecimiento y desarrollo, y de cuya digestión se desprenden péptidos bioactivos. Contenido
de grasa de alta calidad para la programación y desarrollo de órganos afines (tejido adiposo,
sistema nervioso central). Los ácidos grasos de cadena corta, mediana y larga, corresponden al
50% de la energía aportada por la leche materna; proporción óptima entre ácidos grasos ome-
ga-6/omega-3 (4:1), incluyendo ácidos grasos poliinsaturados linoleico, linolénico, araquidónico,
EPA (eicosapentaenoico) y DHA (docosahexaenoico) importantes para el desarrollo neurológico
y visual. Proporción de un contenido adecuado de micronutrientes para los primeros meses de
vida.
La oferta de lactancia materna debe ser a libre demanda, lo que significa que el horario no es
estricto, siendo en general cada 2-3 horas día y noche los primeros 30 días y luego progresiva-
mente cada 3 a 4 horas a los 2 a 3 meses.
La alimentación de la madre debe ser variada en sus ingredientes durante el embarazo y la
lactancia, lo que se asociaría a una mejor aceptabilidad a nuevos ingredientes por el lactante y
pudiera tener también asociación con un menor riesgo alérgico. Se debe evitar el consumo de
alcohol y drogas, incluido el cigarrillo, ya que pasan a la leche afectando el sabor, reducen el
volumen de ella, afectan el ciclo sueño vigilia del niño y pueden provocar daño metabólico tóxico.