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55

Contenido disponible en

www.neumologia-pediatrica.cl

revisa los efectos del entrenamiento de fuerza en niños y

adolescentes, muestra que el EF es efectivo en niños, y que

la entrenabilidad de la fuerza muscular aumenta levemente

con la edad lo que hace que la madurez sea un importante

predictor de resultados de entrenamiento. Además encontró

que las ganancias de la fuerza muscular son dependientes del

volumen de entrenamiento en términos del número de se-

siones por semana y duración del programa de intervención,

lo que demuestra que en niños este método de entrena-

miento es una vía viable para mejorar la función muscular

(49)

.

Es escasa la evidencia que evalúa los efectos aislados

del EF en pacientes con FQ, debido a que habitualmente

se encuentra incorporado dentro de los protocolos de RR

integrales en el manejo de estos pacientes. Orenstein y cols,

diseñaron un estudio para evaluar los efectos diferenciales

entre entrenamiento de fuerza y aeróbico donde demos-

traron que ambos tipos de entrenamiento fueron asociados

con aumentos de fuerza y capacidad de trabajo físico, sin

embargo, sólo el EF aumentó la fuerza máxima del bíceps.

Más tarde, Sahlberg y cols, no observó mejoras significativas

en la fuerza muscular argumentando que en este grupo de

pacientes existe una alteración muscular fisiológica que se

correlaciona con el deterioro de la función pulmonar. Es ne-

cesario futuros estudios para dilucidar el real impacto sobre

variables clínicas de este tipo de entrenamiento. Por ahora,

queda claro que la RR en FQ debe estar enmarcado bajo el

principio de la integralidad, donde se deben combinar una

variada gama de estrategias de intervención, donde el EF

asume un rol fundamental para mitigar el deterioro causado

por el desbalance bioquímico asociado a la disfunción de la

CFTR en el musculo esquelético.

Efectos del entrenamiento muscular respiratorio

La limitación al flujo aéreo, alteración progresiva del inter-

cambio gaseoso, parénquima pulmonar con presencia de

tejido cicatricial y pérdida del potencial elástico, que conlleva

al fenómeno de hiperinsuflación pulmonar forma parte del

sustrato fisiopatológico que sustenta el deterioro respiratorio

del paciente con FQ

(50)

. Todo lo anterior genera una sobre-

carga hacia el grupo muscular respiratorio, quién debe lograr

generar cambios de presión, a pesar de las deficiencias de su

eficacia mecánica y un inadecuado estado nutricional lo que

propicia la atrofia muscular, aspectos que han sido eviden-

ciados de forma significativa en la musculatura periférica y

respiratoria de éstos pacientes

(51)

.

Se han descrito diversos métodos de EMR, según tipo,

frecuencia, intensidad y duración

(52)

. En este contexto, Jong

y cols evidenció que 6 semanas de entrenamiento muscular

respiratorio al 40% de la presión inspiratoria máxima (Pimax)

permite aumentos significativos en la resistencia muscular

inspiratoria, sin variaciones en las variables de función pul-

monar

(53)

. Más tarde, Enright y cols evaluó el impacto de

la intensidad de entrenamiento demostrando que el EMR

desarrollado a alta intensidad (80% Pimax), permite mejoras

significativas en la capacidad vital, en la resistencia y fuerza

muscular inspiratoria; así como también, en la ansiedad y

depresión, evaluados por la escala

“Hospital Anxiety and

Depression”

(54)

.

Hasta ahora, la evidencia respalda el empleo de altas

intensidades de entrenamiento debido a su impacto sobre

la fuerza y resistencia muscular respiratoria, así como en los

volúmenes pulmonares del paciente portador de FQ

(55)

. Sin

embargo, dado que el EMR forma parte de los planes de RR

integral del paciente con FQ y la escasa evidencia del entre-

namiento especifico de músculos respiratorio en este grupo

de pacientes, es imposible establecer beneficios funcionales,

más allá del solo aumento de la función muscular respirato-

ria. Sin embargo, es claro que adecuados niveles de fuerza y

resistencia de los músculos respiratorios son necesarios para

una adecuada respuesta ventilatoria al ejercicio lo que puede

ser optimizado gracias al EMR

(31,56)

.

CONCLUSIÓN

La rehabilitación respiratoria ha adquirido un rol fundamental

en el manejo de la patología respiratoria crónica pediátrica.

En este contexto, y dada la compleja fisiopatología de las

repercusiones extrapulmonares de la FQ y el impacto de

los efectos fisiológicos del ejercicio sobre el curso clínico de

la enfermedad, existe sustrato fisiopatológico para abalar las

distintas modalidades de entrenamiento físico como coadyu-

vantes a la terapia farmacológica. En el presente trabajo,

se revisaron los aspectos más relevantes vinculados con el

deterioro funcional generado a consecuencia de la mutación

de la proteína CFTR, y el rol que las distintas modalidades

de ejercicio tiene sobre estas alteraciones. Futuros estudios

que evalúan el impacto del ejercicio físico sobre el control

de la enfermedad y sobrevida son necesarios, para apoyar

la evidencia fisiopatológica que respalda el beneficio del ejer-

cicio en revertir las alteraciones funcionales en los pacientes

portadores de FQ.

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