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Contenido disponible en
www.neumologia-pediatrica.clrevisa los efectos del entrenamiento de fuerza en niños y
adolescentes, muestra que el EF es efectivo en niños, y que
la entrenabilidad de la fuerza muscular aumenta levemente
con la edad lo que hace que la madurez sea un importante
predictor de resultados de entrenamiento. Además encontró
que las ganancias de la fuerza muscular son dependientes del
volumen de entrenamiento en términos del número de se-
siones por semana y duración del programa de intervención,
lo que demuestra que en niños este método de entrena-
miento es una vía viable para mejorar la función muscular
(49)
.
Es escasa la evidencia que evalúa los efectos aislados
del EF en pacientes con FQ, debido a que habitualmente
se encuentra incorporado dentro de los protocolos de RR
integrales en el manejo de estos pacientes. Orenstein y cols,
diseñaron un estudio para evaluar los efectos diferenciales
entre entrenamiento de fuerza y aeróbico donde demos-
traron que ambos tipos de entrenamiento fueron asociados
con aumentos de fuerza y capacidad de trabajo físico, sin
embargo, sólo el EF aumentó la fuerza máxima del bíceps.
Más tarde, Sahlberg y cols, no observó mejoras significativas
en la fuerza muscular argumentando que en este grupo de
pacientes existe una alteración muscular fisiológica que se
correlaciona con el deterioro de la función pulmonar. Es ne-
cesario futuros estudios para dilucidar el real impacto sobre
variables clínicas de este tipo de entrenamiento. Por ahora,
queda claro que la RR en FQ debe estar enmarcado bajo el
principio de la integralidad, donde se deben combinar una
variada gama de estrategias de intervención, donde el EF
asume un rol fundamental para mitigar el deterioro causado
por el desbalance bioquímico asociado a la disfunción de la
CFTR en el musculo esquelético.
Efectos del entrenamiento muscular respiratorio
La limitación al flujo aéreo, alteración progresiva del inter-
cambio gaseoso, parénquima pulmonar con presencia de
tejido cicatricial y pérdida del potencial elástico, que conlleva
al fenómeno de hiperinsuflación pulmonar forma parte del
sustrato fisiopatológico que sustenta el deterioro respiratorio
del paciente con FQ
(50)
. Todo lo anterior genera una sobre-
carga hacia el grupo muscular respiratorio, quién debe lograr
generar cambios de presión, a pesar de las deficiencias de su
eficacia mecánica y un inadecuado estado nutricional lo que
propicia la atrofia muscular, aspectos que han sido eviden-
ciados de forma significativa en la musculatura periférica y
respiratoria de éstos pacientes
(51)
.
Se han descrito diversos métodos de EMR, según tipo,
frecuencia, intensidad y duración
(52)
. En este contexto, Jong
y cols evidenció que 6 semanas de entrenamiento muscular
respiratorio al 40% de la presión inspiratoria máxima (Pimax)
permite aumentos significativos en la resistencia muscular
inspiratoria, sin variaciones en las variables de función pul-
monar
(53)
. Más tarde, Enright y cols evaluó el impacto de
la intensidad de entrenamiento demostrando que el EMR
desarrollado a alta intensidad (80% Pimax), permite mejoras
significativas en la capacidad vital, en la resistencia y fuerza
muscular inspiratoria; así como también, en la ansiedad y
depresión, evaluados por la escala
“Hospital Anxiety and
Depression”
(54)
.
Hasta ahora, la evidencia respalda el empleo de altas
intensidades de entrenamiento debido a su impacto sobre
la fuerza y resistencia muscular respiratoria, así como en los
volúmenes pulmonares del paciente portador de FQ
(55)
. Sin
embargo, dado que el EMR forma parte de los planes de RR
integral del paciente con FQ y la escasa evidencia del entre-
namiento especifico de músculos respiratorio en este grupo
de pacientes, es imposible establecer beneficios funcionales,
más allá del solo aumento de la función muscular respirato-
ria. Sin embargo, es claro que adecuados niveles de fuerza y
resistencia de los músculos respiratorios son necesarios para
una adecuada respuesta ventilatoria al ejercicio lo que puede
ser optimizado gracias al EMR
(31,56)
.
CONCLUSIÓN
La rehabilitación respiratoria ha adquirido un rol fundamental
en el manejo de la patología respiratoria crónica pediátrica.
En este contexto, y dada la compleja fisiopatología de las
repercusiones extrapulmonares de la FQ y el impacto de
los efectos fisiológicos del ejercicio sobre el curso clínico de
la enfermedad, existe sustrato fisiopatológico para abalar las
distintas modalidades de entrenamiento físico como coadyu-
vantes a la terapia farmacológica. En el presente trabajo,
se revisaron los aspectos más relevantes vinculados con el
deterioro funcional generado a consecuencia de la mutación
de la proteína CFTR, y el rol que las distintas modalidades
de ejercicio tiene sobre estas alteraciones. Futuros estudios
que evalúan el impacto del ejercicio físico sobre el control
de la enfermedad y sobrevida son necesarios, para apoyar
la evidencia fisiopatológica que respalda el beneficio del ejer-
cicio en revertir las alteraciones funcionales en los pacientes
portadores de FQ.
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