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Neumol Pediatr 2017; 12 (4): 175 - 181

C o n t e n i d o d i s p o n i b l e e n h t t p : / / www. n e umo l o g i a - p e d i a t r i c a . cl

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Rehabilitación respiratoria en niños y adolescentes con bronquiolitis obliterante post infecciosa

De acuerdo a la guía clínica vigente en nuestro

país, las bases de su tratamiento se sustentan en estrategias

farmacológicas y no farmacológicas. Entre el abordaje no

farmacológico destaca la rehabilitación respiratoria (RR), que

tiene por propósito reducir los síntomas y mejorar la calidad de

vida en este grupo de pacientes (2).

El objetivo de la presente revisión es describir y

discutir los componentes asociados a la rehabilitación pulmonar

de los pacientes con BOPI, haciendo énfasis en las propiedades

y atributos de los métodos de evaluación y en las estrategias de

tratamiento dirigidas a mitigar el deterioro funcional secundario

al daño pulmonar en este grupo de pacientes.

BASES DEL DETERIORO FUNCIONAL DEL PACIENTE CON

BRONQUIOLITIS OBLITERANTE POST-INFECCIOSA

El deterioro pulmonar de los pacientes con BOPI es

caracterizado por obstrucción fija de la vía aérea, con reducción

en los flujos espiratorios forzados, especialmente en aquellos

que expresan un afección de la vía aérea pequeña o distal

(FEF25-75 <30%); asociados a una reducción de la capacidad

vital forzada (2). Por su parte, en la oscilometría se aprecia

un incremento de la resistencia total del sistema respiratorio

(Zrs), sin embargo, las resistencias a frecuencias bajas (R5) se

encuentran más elevadas que las resistencia a frecuencias altas

(R20) (7).

Además, los pacientes presentan incrementos

significativos en el volumen residual, como también signos de

atrapamiento aéreo (patrón en mosaico) y bronquiectasias en

la tomografía computada (5,6,8). En estudios longitudinales

se ha observado que los volúmenes espiratorios forzados

experimentan incrementos significativos entre los 5 y 20 años

de edad; sin embargo, la capacidad vital forzada (CVF) se

incrementa de forma desproporcionada (+11% por año) con el

volumen espiratorio forzado en el primer segundo (VEF1) (+9%

por año), reduciéndose de forma progresiva el índice VEF1/CVF

(-1.9 por año) (1, 3, 9).

Por otra parte, los pacientes con BOPI presentan un

alto riesgo de hipoxia nocturna, que se incrementa conforme

aumenta la magnitud del daño pulmonar (10). Vale la pena

destacar que el patrón de deterioro de la función pulmonar de

los niños y adolescentes con BOPI se asemeja al observado en

los pacientes con enfermedad pulmonar obstructiva crónica

(EPOC), quienes muestran una significativa limitación ventilatoria

durante el ejercicio caracterizada por incrementos progresivos

del volumen pulmonar al final de la espiración, lo cual, altera

significativamente la mecánica ventilatoria e incrementa el

trabajo respiratorio, favoreciendo la aparición precoz de fatiga

de los músculos inspiratorios y espiratorios durante el ejercicio

(11). En este contexto, existen escasos estudios que revelan

la existencia de debilidad de los músculos respiratorios en

niños y adolescentes con BOPI. Los existentes sugieren que, si

bien es cierto, tanto la fuerza como la resistencia muscular se

deterioran, la resistencia es el parámetro que experimenta las

mayores caídas en este grupo de pacientes (12, 13).

Por otro lado, desde el punto de vista nutricional, se

ha observado un alto riesgo de desnutrición asociada a una baja

reserva muscular en pacientes con BOPI (14).

En consecuencia, el cuadro fisiopatológico observado

a partir de la alteración en la función respiratoria diurna y

nocturna, así como la malnutrición observada en estos pacientes

redunda en un deterioro significativo de su capacidad física (15).

Así, Mattiello y cols observaron en 20 niños con PIBO que el

VEF1, CVF y VR/CPT se correlacionó significativamente con el

consumo de oxígeno peak (VO2 peak); de manera que a mayor

deterioro de la función pulmonar, menor fue el VO2 peak de los

pacientes (16). Resultados semejantes fueron observados por

Frohlich y cols quienes reportaron que los pacientes con PIBO

presentaron una menor capacidad aeróbica máxima comparado

a sujetos sanos, al mismo tiempo que la capacidad inspiratoria

se correlacionó significativamente con el VO2 peak (17).

Adicionalmente, en un estudio realizado por nuestro grupo se

pudo establecer la existencia de correlación significativa entre

las variables espirométricas y la distancia recorrida durante

el test de marcha de 6 minutos (TM6); de forma interesante

se constató que una menor CVF se asoció con la caída de la

saturación al final del TM6 (18).

El deterioro funcional secundario al daño pulmonar

de los pacientes con BOPI constituye una causa que

potencialmente podría contribuir al empeoramiento de la calidad

de vida relacionada a la salud (CVS). Así, se ha revelado que la

presencia de BOPI altera la CVS, la cual, además se correlaciona

significativamente con la función pulmonar; donde una peor

función pulmonar se asocia con una peor calidad de vida en

estos pacientes (19) (Figura 1).

MÉTODOS DE EVALUACIÓN

Las recomendaciones actuales en cuanto a

los aspectos metodológicos de la evaluación funcional y

entrenamiento de los niños con ERC, en el contexto de la

rehabilitación respiratoria (RR), se describen detalladamente en

la guía publicada por Torres-Castro y cols (20). Por lo tanto, en

los párrafos subsecuentes nos referiremos de forma específica

a las propiedades de medición de las pruebas y a los hallazgos

que sustentan la necesidad de la RR en este grupo de pacientes.

Evaluación física general

El test de ejercicio cardiopulmonar (TECP) es el método

estándar para la evaluación de la capacidad física general en

pacientes con ERC. A partir de esta prueba se determinan de

forma directa variables como el umbral ventilatorio y el VO2 peak

(20). Así, diversos estudios han mostrado que el VO2 peak se

encuentra reducido en pacientes con BOPI comparado a sujetos

sanos (-13,8%) (16, 17). Una de las desventajas del TECP es

el alto costo y demanda técnica de su implementación, en

consecuencia, métodos indirectos han sido propuestos (20). Entre

ellos, el TM6 constituye uno de los métodos más ampliamente

validados en niños con ERC mostrando coeficientes de validez

de criterio concurrente de 0,76 y de confiabilidad de 0,93 en

niños con ERC (21). En pacientes con BOPI se ha registrado