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www.neumologia-pediatrica.clCONCLUSIONES
La CG es poco frecuente, pero puede presentar una evo-
lución letal, han sido descritos diversos factores de riesgo,
dentro de estos se encuentran los niños menores de 1 año
de edad, prematuros, con vacunación ausente o incompleta,
además de hiperleucocitosis, taquicardia sinusal, neumonía,
hipoxemia refractaria, HTP y
shock
cardiogénico. La terapia
debe ser precoz, debido a que la CG en las fases avanzadas
es refractaria a cualquier tipo de terapia. La ET cuyo objetivo
es la reducción de los leucocitos circulantes, ha demostrado
ser exitosa. En cambio los vasodilatadores pulmonares y
ECMO no han logrado mejorar el pronóstico.
A pesar de la amplia cobertura de inmunización contra la
coqueluche, sigue siendo un importante problema de salud
pública, esta patología se ha desplazado a los adolescentes y
adultos mayores, que son fuente de contagio para lactantes
menores, además se ha notado un aumento de la coqueluche
neonatal, debido a la disminución de la inmunidad transpla-
centaria por la reducción de la prevalencia en la población.
Siendo estos dos últimos grupos etarios los de mayor riesgo
de padecer CG.
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persigue mejorar la contractilidad y la resistencia sistémica y
pulmonar. Se debe mantener un pH alcalino de hasta 7,5,
mediante la administración de bicarbonato, monitorizando
los electrolitos plasmáticos
(7,8)
.
Debido a que la hipoxemia es un signo de mal pronósti-
co, la que asociada a acidosis aumenta la resistencia vascular
pulmonar, la conexión a ventilación mecánica debe ser pre-
coz. Se ha sugerido el uso precoz de VAFO por hipoxemia
grave o hipercapnia resistente al tratamiento. Si existe HTP la
hiperventilación debe ser moderada, manteniendo la PaCO
2
entre 30-35 mmHg. El tratamiento antibiótico debe ser he-
cho con macrólidos, la neumonía es una condición frecuente
en estos pacientes, se deben asociar en menores de 1 mes
de edad ampicilina y cefotaxima y en niños mayores cefotaxi-
ma y cloxacilina. El NO inhalado (NOi) como vasodilatador
no ha presentado los buenos resultados que se han obtenido
en otras patologías, como en HTP neonatal
(7-9)
.
Otros vasodilatadores pulmonares como el sildenafil que
inhibe la fosfodiesterasa de GMPc, bloqueando la degradación
de GMPc, lo que produce vasodilatación, como el NO tam-
bién produce aumento del GMPc, por lo que al usarlos juntos
podrían mostrar un efecto sinérgico con mayor vasodilata-
ción, sin embargo el balance vasodilatación-vasoconstricción
no sólo es cuantitativo, además involucra una alteración de
segundos mensajeros, se ha descrito que el exceso de NO
puede ser perjudicial. En etapas avanzadas de la CG la res-
puesta vasodilatadora es nula. Otros vasodilatadores como
Bosendan y Sitaxsentan, antagonistas de la endotelina 1, se
encuentran en fase experimental
(10-12)
.
La exanguíenotransfusión (ET) ha demostrado éxito en
esta patología, mejorando la oxigenación y disminuyendo la
HTP, debido a la reducción tanto del recuento de leucocitos,
como al parecer de la toxina pertussis, pacientes tratados con
esta modalidad terapéutica han presentado un efecto rebote,
mostrando un aumento de los leucocitos, por lo que se ha
debido repetir el procedimiento. La ET se debe practicar pre-
cozmente, debido que en etapas más avanzadas es refractaria
a diferentes modalidades terapéuticas. Este procedimiento es
interesante para nuestro medio, debido a su bajo costo y tec-
nología, con escasas complicaciones. En este sentido Donoso
y colaboradores publicaron una serie de pacientes tratados
exitosamente. La leucocitoféresis también ha demostrado
utilidad terapéutica. Extra Corporeal Membrane Oxygenation
(ECMO) no ha mostrado los beneficios que se esperaban,
incluso algunos la cuestionan como alternativa terapéutica.
En etapas avanzadas debería plantearse en forma realista a
los padres
(13-16)
.
La gammaglobulina se ha planteado con el objeto de
bloquear la acción de la TP, en modelos animales no se pudo
demostrar eficacia clínica, muchos de los investigadores sostu-
vieron que la toxina se unía en forma irreversible a su efector,
por lo que iniciado el período de estado de la enfermedad
no se obtendrían beneficios. Estudios posteriores indicaron
que la gammaglubilina utilizada presentaba baja concentración
de anticuerpos específicos antitoxina. En un estudio murino
usando gammaglobulina hiperinmune se logró mayor sobre-
vida y disminución de los síntomas, además de reducción
en el recuento leucocitario, por lo tanto se debe usar esta
inmunoglobulina y no la standard
(17-25)
.
Caso clínico-radiológico - Maggiolo J. et al
Neumol Pediatr 2013; 8 (3): 129-132.