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Neumol Pediatr 2018; 13 (3): 101 - 106

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Estructura y funciones del sistema respiratorio

inhaladas. Si bien el diámetro de la vía aérea va disminuyendo

hacia distal, el área total de la vía aérea aumenta para optimizar

el intercambio gaseoso. En el adulto, el 80% de la resistencia de

la vía aérea está en las zonas de conducción mayores de 2 mm

de diámetro. Sin embargo, en los niños hasta los 5 años, la vía

aérea pequeña distal contribuye con hasta un 50% de la resistencia

total de la vía aérea, por lo que son particularmente susceptibles a

enfermedades que afectan esta zona (por ejemplo la bronquiolitis

aguda) (2). En las primeras 14 generaciones se ubica la zona de

conducción donde no ocurre intercambio gaseoso, constituyendo el

espacio muerto. El cartílago presente en los anillos de la tráquea y en

los bronquios superiores otorga la rigidez estructural a la vía aérea

y evita su colapso, principalmente en espiración. La contracción del

músculo liso aumenta su rigidez y permeabilidad. Finalmente, el

soporte elástico del pulmón contribuye a mantener la estabilidad

de la vía aérea. Las generaciones siguientes conforman la zona de

transición, determinada por la aparición de los primeros alvéolos, y

la zona respiratoria con sus bronquiolos terminales abriéndose a los

sacos alveolares donde ocurre el intercambio gaseoso (Figura 1) (2).

El epitelio del tracto respiratorio tiene diversos tipos de

células especializadas (Figura 2). Inicialmente es un epitelio

pseudoestratificado que se transforma hacia distal en uno

cuboidal para finalmente terminar siendo escamoso. Las células

caliciformes producen la mucina (glicoproteínas acidas) que

constituye el mucus de la vía aérea, principalmente en tráquea y

bronquios. Las células basales son indiferenciadas, precursoras

de células ciliadas o secretoras. Las células epiteliales no ciliadas

aparecen en los bronquiolos, secretan proteínas del surfactante,

lípidos, glicoproteínas y moduladores de inflamación. Además son

progenitoras de otras células no ciliadas y ciliadas, metabolizan

material extraño y participan del balance de fluido de la vía aérea.

En la submucosa, como ya se ha mencionado, existe cartílago

y glándulas submucosas hasta los bronquios, mientras que el

músculo liso se mantiene hasta los bronquiolos terminales. En los

alvéolos desaparecen las fibras de músculo liso.

El epitelio respiratorio está recubierto por los cilios de la

zona apical de las células ciliadas, cuya función es movilizar el mucus

desde la vía aérea distal hasta la faringe. El batido ciliar ocurre con

una frecuencia de 8 – 20 Hz, actuando de manera coordinada con

los cilios vecinos y produciendo una “ola” sincronizada de arrastre

del mucus. Esto constituye un mecanismo de defensa fundamental

ante partículas y microorganismos. Se ha descrito que existen

aproximadamente 200 cilios en el ápex de cada célula ciliada (1).

Zona de intercambio gaseoso

Los alvéolos son el sitio de intercambio gaseoso.

Tienen forma hexagonal, y se caracterizan por compartir paredes

planas y no esféricas (Figura 3). De esta manera, la disminución

del tamaño de un alvéolo se estabiliza por el alvéolo adyacente,

lo que se denomina el modelo de interdependencia alveolar. Dado

que en la zona respiratoria ya no hay cartílago, es el tejido elástico

de los septos alveolares lo que evita el colapso de la vía aérea

distal. Se estima que el pulmón tiene entre 300 y 480 millones

alvéolos, envueltos por + 280 billones de capilares pulmonares,

es decir, entre 500 y 1000 capilares por alvéolo. Esto determina

una importante área de intercambio que en niños llega a ser hasta

320 m

2

de superficie para intercambio gaseoso por difusión (6).

Los alvéolos están rodeados por los neumocitos tipo I que se

caracterizan por ser planos, de 0,1 a 0,5 μm, constituyen el 95%

de la superficie alveolar y es donde ocurre el intercambio gaseoso.

Los neumocitos tipo II por su parte son cuboidales, se caracterizan

por presentar cuerpos lamelares, constituyen el 5% de la superficie

alveolar y son los encargados de producir surfactante. El surfactante

es el encargado de disminuir la tensión superficial en la interfase

alveolar aire-líquido y evitar el colapso de los bronquiolos terminales

y la zona alveolar.

Existen diversos canales de ventilación colateral en la

vía aérea. Estos son los espacios interalveolares o poros de Köhn y

los canales de Lambert que comunican bronquiolos terminales con

alvéolos. Aparecen alrededor de los 3 a 4 años, están cubiertos por

surfactante y permiten el tránsito de macrófagos alveolares. Dado que

son escasos en niños menores existe mayor riesgo de atelectasias en

lactantes (7).

Clásicamente se ha descrito que la alveolarización ocurre

hasta los 8 años y luego ocurre el crecimiento alveolar. Estudios

recientes demuestran que el proceso de alveolarización ocurriría hasta

la adolescencia e incluso los 21 años. Narayanan et al (8) utilizó helio-3

Figura 2.

Epitelio del tracto respiratorio.

Figura 3.

Conformación alveolar.