Epidemiología
Estatinas reducen progresión del cáncer de próstata avanzado
Los inhibidores de la HMG-CoA reductasa, comúnmente conocidos como estatinas, se introdujeron en los Estados Unidos en 1987. Para el año 1997, aproximadamente el 86% de las personas bajo hipolipemiantes utilizaban estos medicamentos. Es biológicamente posible que el uso de estatinas pudiera reducir el peligro del cáncer prostático o de su progresión ya que ellas tienen efectos antiinflamatorios, y la evidencia señala que la inflamación crónica contribuye a la carcinogénesis de la próstata. Los estudios clínicos aleatorizados indican que es poco probable que el uso de estatinas tenga un importante efecto a corto plazo sobre la incidencia general del cáncer. Un meta-análisis de cuatro ensayos aleatorios con diferentes estatinas para la prevención de enfermedades cardiovasculares informó de un riesgo relativo (RR) de 1 [95% intervalo de confianza (95% IC), 0.85-1.17] en la incidencia global del cáncer de próstata. Sin embargo, el meta-análisis no examinó el efecto a largo plazo o el riesgo de la forma avanzada.
Eric J. Jacobs y colaboradores (Sociedad Americana contra el Cáncer, Atlanta, Estados Unidos) examinaron la asociación entre el uso de principios hipocolesterolemiantes y la incidencia del cáncer de próstata por etapa y grado de la enfermedad entre 55.454 hombres. Un modelo de riesgos proporcionales fue utilizado para calcular los riesgos relativos (RR).
Durante el seguimiento desde 1997 al 2003, se identificaron 3.413 casos de cáncer de próstata, incluidos 317 de cáncer avanzado. Después del ajuste para edad, historia de las pruebas del antígeno prostático específico y otros posibles factores de riesgo para el tumor, el uso de hipolipemiantes por más de 5 años no se asoció a una incidencia general de cáncer de próstata (riesgo ajustado, 1.06; 95% intervalo de confianza, 0.93-1.20), pero sí se relacionó con una reducción estadísticamente significativa del peligro de cáncer de próstata avanzado (riesgo, 0.60; 95% intervalo de confianza, 0.36-1.00).
En conclusión, estos resultados proporcionan cierto apoyo a la hipótesis de que el uso de estatinas a largo plazo se asocia con un menor riesgo de cáncer de próstata avanzado.
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