Cardiología
Antiplaquetario prasugrel reduce la tasa de eventos isquémicos graves
El tratamiento combinado antiplaquetario con aspirina y una tienopiridina es piedra angular del manejo para prevenir las complicaciones trombóticas en los síndromes coronarios agudos y en la intervención coronaria percutánea. A pesar de estas ventajas, muchos pacientes sufren eventos aterotrombóticos recurrentes mientras reciben el esquema antiplaquetario estándar. Además, el clopidogrel sigue manteniendo importantes limitaciones, como el modesto efecto antiplaquetario, con una importante variabilidad y un retraso en la aparición de su acción. Pequeños estudios clínicos han sugerido que los individuos con una reducida respuesta farmacológica a clopidogrel pueden tener mayor riesgo de efectos clínicos adversos, incluyendo infarto de miocardio y trombosis coronaria.
Para comparar a prasugrel, una nueva tienopiridina, con clopidogrel, docentes de la Universidad de Harvar en Boston, Estados Unidos, y en colaboración con otros centros internacionales, asignaron aleatoriamente a 13.608 pacientes con moderado a alto riesgo de síndromes coronarios agudos e intervención coronaria percutánea programada a recibir prasugrel (60 mg como dosis de carga seguido de 10 mg diarios como mantenimiento) o clopidogrel (300 mg como dosis de carga y 75 mg diarios como mantenimiento), de 6 a 15 meses. Entonces, los investigadores evaluaron la muerte por causas cardiovasculares, infarto de miocardio no fatal o accidentes cerebrovasculares no fatales. La clave final fue la presencia de hemorragia grave.
Los eventos analizados ocurrieron en el 12.1% de los pacientes que recibieron clopidogrel y en el 9.9% de los que recibieron prasugrel (razón de riesgo para prasugrel frente al clopidogrel, 0.81; 95% intervalo de confianza [IC], 0.73 a 0.90; P < 0.001). También se encontraron reducciones significativas en el grupo de prasugrel respecto a las tasas de infarto de miocardio (9.7% para clopidogrel versus 7.4% para prasugrel; P < 0.001), de revascularización urgente del vaso tratado (3.7% frente a 2.5%; P < 0.001), y de trombosis (2.4% frente a 1.1%; P < 0.001). Se observó hemorragia grave en el 2.4% de los pacientes con prasugrel y en el 1.8% de los que recibieron clopidogrel (razón de riesgo, 1.32; 95% IC, 1.03 a 1.68; P = 0.03). También fue mayor en el grupo prasugrel la tasa de riesgo para la vida por hemorragia (1.4% frente a 0.9%; P = 0.01), incluyendo hemorragias no mortales (1.1% frente a 0.9%; riesgo, 1.25; P = 0.23) y hemorragias mortales (0.4% frente a 0.1%; P = 0.002).
Se concluye que en pacientes con síndromes coronarios agudos e intervención coronaria percutánea programada, prasugrel se asocia significativamente con la reducción de eventos isquémicos, incluyendo trombosis del stent, pero con un mayor peligro de hemorragias, incluida la hemorragia mortal. La mortalidad global no difirió significativamente entre los grupos de tratamiento.
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