Cardiología
Tromboembolismo venoso potencia futuros eventos cardiovasculares
El tromboembolismo venoso (TEV) es un trastorno frecuente y grave en los países occidentales, con tasas de ingreso en el hospital que van en aumento. Los trastornos tromboembólicos venosos suelen ser considerados condiciones distintas a las enfermedades ateroscleróticas trombóticas, en donde el trombo arterial consiste principalmente en plaquetas, en contraste con los trombos venosos, los cuales están formados por glóbulos rojos y fibrina. En algunos estudios, el tromboembolismo venoso se ha asociado con la aterosclerosis y con riesgo de eventos cardiovasculares, como el infarto de miocardio y el accidente cerebrovascular. Otros estudios, sin embargo, no demostrado esta asociación.
Para ayudar a aclarar estos resultados discrepantes, Henrik Toft Sørensen y colaboradores del Departamento de Epidemiología Clínica del Hospital de la Universidad de Aarhus en Dinamarca, analizaron el riesgo de eventos cardiovasculares arteriales (infarto de miocardio y accidente cerebrovascular) en 25.199 pacientes con trombosis venosa profunda, 16.925 con embolia pulmonar y 163.566 controles.
En los individuos con trombosis venosa profunda, los riesgos relativos variaron de 1.60 para el infarto de miocardio (IC del 95%: 1.35-1.91) a 2.19 (1.85-2.60) para el accidente cerebrovascular en el primer año después del evento trombótico. En los pacientes con embolia pulmonar, los riesgos relativos en ese año fueron 2.60 (2.14-3.14) para el infarto de miocardio y 2.93 (2.34-3.66) para el accidente cerebrovascular. Los riesgos relativos también fueron elevados, aunque menos marcados, durante los posteriores 20 años de seguimiento, con aumentos de un 20 a 40% para las lesiones en las arterias coronarias.
En conclusión, los pacientes con tromboembolismo venoso tienen un considerable aumento a largo plazo de subsiguientes eventos cardiovasculares arteriales.
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