Neurología
La actividad física previene la demencia en personas mayores
La actividad física regular es importante para la promoción de la salud y podría ser una estrategia eficaz en la prevención de la demencia. Estudios de intervención y observacionales han demostrado consistentemente una relación entre el ejercicio físico y un mejor rendimiento cognitivo en muestras de adultos mayores, aunque no todas las investigaciones han podido confirmar tal hallazgo. Por otra parte, investigaciones longitudinales de los efectos de la actividad física sobre el riesgo de demencia en personas de edad avanzada son menores en números y han producido resultados inconsistentes. En algunos estudios poblacionales se ha encontrado menor peligro de demencia y enfermedad de Alzheimer (EA) en aquellos sujetos que practicaban regularmente ejercicios de baja y media intensidad. Además, sólo algunos ensayos han examinado el efecto del desempeño físico en la demencia vascular (DV), y ninguno informó sobre una posible asociación.
Docentes del Hospital Universitario Orsola Malpighi (Bologna, Italia), analizaron el resultado de la actividad física sobre el riesgo de desarrollar enfermedad de Alzheimer y demencia vascular en personas de edad. Los datos se obtuvieron de un estudio prospectivo basado en una población italiana de 749 sujetos mayores de 65 años y que, en 1999/2000, se encontraban cognitivamente normales y, en el curso 2003/2004, ya presentaban algún tipo de demencia. La actividad física se midió como el gasto de energía en diferentes actividades: caminar, subir escaleras, acciones moderadas y vigorosas y el total de la actividad física.
Durante 4 años de seguimiento hubo 86 casos de demencia (54 por EA y 27 por DV). Después del ajuste de las variables sociodemográficas y genéticas, el riesgo de DV fue significativamente menor para los tertiles de la parte superior del caminar (riesgo [R] 0.27, IC del 95%: 0.12 a 0.63), ejercicio moderado (R 0.29, IC del 95%: 0.12 a 0.66) y en el total de las actividades físicas (R 0.24, IC del 95% 0.11 a 0.56) en comparación con los tertiles de la parte inferior. Después de ajustar variables sociodemográficas y genéticas, el riesgo de Alzheimer no se ligó a la actividad física y los resultados no cambiaron después de un nuevo ajuste por los factores de riesgo vascular y general de salud y el estado funcional.
En conclusión, en esta cohorte, la actividad física se asoció con un menor riesgo de demencia vascular, pero no de enfermedad de Alzheimer. Se necesita investigación adicional sobre los mecanismos biológicos que operan entre la actividad física y la cognición.
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