Psiquiatría
Concentraciones bajas de testosterona predisponen a la depresión
La depresión es una de las principales causas de discapacidad en todo el mundo, que afecta entre un 2% y un 5% de la población mundial. La prevalencia de la enfermedad es mayor en las mujeres que en los hombres, pero las diferencias de sexo desaparecen después de los 65 años de edad. Los resultados de varios estudios observacionales, experimentales y de ensayos clínicos aleatorios sugieren que las hormonas gonadales podrían ser en parte responsables de este fenómeno. Actualmente las pruebas disponibles señalan que el estradiol tiene propiedades antidepresivas clínicamente relevantes, pero los datos que apoyan una posible función de la testosterona en la modulación del estado de ánimo siguen siendo escasos.
Osvaldo P. Almeida y colaboradores del Centro para la Salud y el Envejecimiento de la Universidad de Western Australia (Perth, Australia), determinaron si la asociación entre la concentración de testosterona y el ánimo es independiente de la comorbilidad física. A través de un estudio transversal, los autores analizaron una muestra de hombres de 71 a 89 años de edad. Se utilizó la escala de depresión geriátrica EDG-15 para evaluar el estado de ánimo y la depresión clínicamente significativa se definió a priori como una puntuación de 7 o superior.
De los 3987 hombres incluidos en el estudio, 203 (5.1%, intervalo de confianza [IC] del 95%, 4.4% -5.8%) tenían depresión. Los participantes depresivos poseían concentraciones de testosterona, total y libre, significativamente más bajas que los hombres sin depresión (P < 0.001 para ambos). Además, también eran más propensos para fumar y tener bajo nivel educativo, un mayor índice de masa corporal, una puntuación menos de 24 en el examen mental abreviado, historia de tratamiento farmacológico antidepresivo y mayor morbilidad física concomitante. Después de ajustar para estos factores y por edad, los hombres con depresión presentaron 1.55 (IC del 95%, 0.91-2.63) y 2.71 (IC del 95%, 1.49-4.93) más cantidad de hormona total y libre, respectivamente.
En conclusión, menor concentración de testosterona se asocia con una mayor prevalencia de depresión, y esta asociación no puede ser explicada adecuadamente por la comorbilidad física. Un ensayo controlado aleatorio debería reafirmar definitivamente la causalidad del vínculo entre el bajo nivel de testosterona y la depresión.
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