Gastroenterología
Erradicar el H. pylori previene recurrencia de carcinomas gástricos
El Helicobacter pylori tiene un papel importante en la carcinogénesis gástrica, ya que casi todos los cánceres gástricos no cardiales se desarrollan a partir de la mucosa infectada. La OMS ha categorizado a la bacteria como un carcinógeno del grupo 1 para la neoplasia gástrica, sobre la base de resultados provenientes de estudios epidemiológicos. Además, los modelos animales muestran claramente el nexo causal entre la bacteria y el cáncer gástrico. En estudios experimentales, su erradicación ha demostrado tener un efecto profiláctico sobre el cáncer de estómago, sin embargo, este resultado en los seres humanos sigue siendo controvertido.
Gastroenterólogos del Hospital de Yamagata, Japón, investigaron mediante un ensayo multicéntrico, abierto, controlado y aleatorio, el impacto profiláctico de la erradicación del H. pylori en el cáncer gástrico metacrónico tras resección endoscópica del tumor gástrico temprano. 544 pacientes con cáncer fueron asignados aleatoriamente a un régimen de erradicación (n = 272) o a un grupo control (n = 272). Los pacientes bajo tratamiento recibieron 30 mg de lansoprazol dos veces al día, 750 mg de amoxicilina dos veces al día y 200 mg de claritromicina dos veces al día durante una semana; los del grupo control recibieron sólo atención estándar. Las personas fueron examinadas endoscópicamente a los 6, 12, 24, y 36 meses después de la asignación. El principal criterio de valoración fue el diagnóstico de un nuevo carcinoma en otro sitio del estómago. Los análisis se realizaron por intención de tratar.
A los 3 años de seguimiento, el carcinoma gástrico metacrónico se desarrolló en nueve pacientes en el grupo de intervención y en 24 del grupo control. En la población bajo intención de tratar, incluidos todos los individuos independientemente del tiempo de seguimiento (272 pacientes en cada grupo), el riesgo de carcinoma fue 0,353 (95% CI 0,161 -0 775 , P = 0,009); en la población bajo intención de tratar modificada, incluidos los pacientes con al menos una evaluación post-aleatorización de la condición de tumor y ajuste de pérdidas durante el seguimiento (255 pacientes en el grupo de erradicación, 250 en el grupo de control), el cociente de riesgo de carcinoma gástrico metacrónico fue 0,339 (95% CI 0,157 -0 729, p = 0,003). En el grupo tratado, 19 (7%) pacientes presentaron diarrea y 32 (12%) heces blandas.
Se concluye que debe utilizarse la erradicación profiláctica del H. pylori después de la resección endoscópica en el tumor de estómago temprano para impedir el desarrollo de un cáncer gástrico metacrónico.
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