Psiquiatría
El dolor crónico aumenta las tasas de suicidio
El dolor crónico es una afección frecuente. Está asociado con numerosas condiciones médicas generales y peor salud mental. Las personas con la presentación crónica tienen una mayor presencia de depresión, ansiedad, alcoholismo y dependencia a las drogas. De hecho, las investigaciones previas han identificado un real vínculo entre el dolor y el suicidio. En una reciente revisión, se informó que el dolor crónico se asocia con mayor riesgo de suicidios, mortalidad y tasas de ideación suicida. Además, se ha concluido a través de diferentes publicaciones que más del 30% de los pacientes que solicitan tratamiento para el dolor crónico informan de algún tipo de pensamiento suicida reciente. A pesar de estas investigaciones sobre el dolor y las tendencias suicidas, pocos estudios se han realizado con muestras lo suficientemente representativas.
Psiquiatras de la Universidad de Michigan en Estados Unidos, examinaron la asociación entre el dolor y las tendencias suicidas en la población. Utilizando datos de una encuesta nacional de comorbilidad, se evaluaron las relaciones para cuatro medidas de dolor (espalda y cuello, jaqueca, dolores no artríticas y un resumen de puntuación para estas condiciones) durante 12 meses de seguimiento. Modelos de regresión logística controlaron para características demográficas, condiciones crónicas de salud, estado de ánimo, ansiedad y uso de sustancias.
Los análisis para los trastornos psiquiátricos recurrentes y otras condiciones médicas crónicas, señalaron que la ideación suicida se asoció con el dolor de cabeza (R 1,9, IC del 95%: 1,2, 3,0) y las puntuaciones resumen del dolor (R 1,2, IC del 95%: 1,0, 1,4). El intento de suicidio también se relacionó con dolor de cabeza (R 2,3, IC del 95%: 1.2, 4.4) y las puntuaciones resumen del dolor (R 1,7, IC del 95%: 1.1, 2.6). Por último, otras dolencias no artríticas igualmente se relacionaron con los intentos de suicidio (R 4.0, IC del 95%: 1,8, 9,1).
Estas conclusiones destacan la importancia del dolor como un potencial factor de riesgo independiente para el suicidio, especialmente en personas con cefaleas o múltiples formas de dolor. Los pacientes que sufren de la condición crónica están particularmente indicados para los esfuerzos de intervención.
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