Neurología
Entrenamiento mental no recupera capacidad cognitiva
El “brain training”, o el objetivo de mejorar la función cognitiva a través del uso regular de pruebas automatizadas, representa una industria multimillonaria, sin embargo, la evidencia científica que respalda su eficacia es insuficiente. Pequeños efectos se han reportado en algunos estudios con personas mayores y niños en edad preescolar, y los jugadores de videojuegos superan a los no jugadores sólo en algunas pruebas de atención visual. Lamentablemente, la creencia generalizada que los programas informáticos disponibles en el mercado mejoran la función cognoscitiva general en la población carece de sustento empírico. La cuestión central no es si el desempeño en pruebas cognitivas se puede optimizar mediante dicho tipo de ejercicios, sino más bien, saber cómo se transfieren sus beneficios a otras tareas sin formación o cómo mejoran el nivel de funcionamiento cognitivo.
Adrian M. Owen y colaboradores (Unidad de Cognición y Ciencias Cerebrales del Reino Unido) reportan aquí los resultados de un estudio de seis semanas de duración en el que participaron 11.430 personas entrenadas varias veces a la semana en tareas cognitivas diseñadas para mejorar el razonamiento, memoria, la planificación, las habilidades visuoespaciales y de atención. 4.678 fueron asignadas al azar al grupo experimental 1 (seis tareas centradas en el razonamiento, planificación y capacidades para resolver problemas), 4.014 en el grupo experimental 2 (con pruebas más amplias sobre funciones cognitivas y de memoria a corto plazo) y 2.738 al grupo de control (navegación por Internet).
Según los resultados del seguimiento, aunque se observaron mejoras en cada una de las tareas cognitivas aplicadas, no se encontraron pruebas de efectos de transferencia a las tareas no entrenadas, incluso cuando éstas estaban cognitiva y estrechamente relacionadas.
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