Medicina deportiva
Ejercicio en altura aumenta el estrés oxidativo provocando la enfermedad de diferentes órganos
La altura interviene y minimiza la eficacia de los sistemas antioxidantes y enzimáticos, si además se realiza ejercicio físico bajo estas condiciones más se potencia esa presión oxidativa sobre el organismo. La suplementación de antioxidantes parece ser un paso necesario para prevenir o disminuir la presión oxidativa asociada a exposición en la altura. En una revisión realizada por los doctores T. Bakonyi y Z. Radak (Universidad de Semmelweis, Budapest, Hungría) y publicada en la revista Journal of Sports Science and Medicine se analiza la literatura existente sobre alta montaña, ejercicio y estrés oxidativo. La generación de oxígeno reactivo y de elementos nitrogenados (RONS, por sus siglas en inglés) es una consecuencia obligada del metabolismo aeróbico. Los RONS son moduladores naturales y fisiológicos de las reacciones de oxido-reducción celular y de las señales, controlando una amplia gama de procesos fisiológicos y patofisiológicos, conocidos como desconocidos.
Al desafiar los sistemas antioxidantes, niveles anormales de RONS pueden sobrepasar la capacidad de defensa establecida, generando presión oxidativa. Generalmente se asume, que el aumento del metabolismo aeróbico o hiperoxia fácilmente generan altos niveles de RONS causando daño oxidativo en lípidos, en proteínas y en el ADN. De hecho, el ejercicio físico, especialmente de un solo tipo con cierta intensidad o duración, puede provocar cambios drásticos en el proceso oxidativo y daños en diversos órganos. Sin embargo, parece ser que los niveles crecientes de RONS no se deben solamente a los procesos implicados en la respiración mitocondrial, ya que también el ejercicio anaerobio podría causar tal daño oxidativo. Por otro lado, la protección del endotelio por la superóxido dismutasa (SOD) exógena previene tanto el mal oxidativo de los lípidos como la actividad anómala de la xantina oxidasa, indicando que la producción de RONS asociada a ejercicio ocurre por una variedad de fuentes y mecanismos. Igualmente, el ejercicio anaeróbico en grandes alturas a menudo daña también a las macromoléculas. Una baja presión de oxígeno parece ser favorable para la baja producción de RONS, pero el esfuerzo físico a elevada altitud unido al creciente daño oxidativo, podría ser la consecuencia de la creciente actividad de los RONS generados, disminuyendo la actividad de los sistemas antioxidantes. Por otra parte según lo estudiado, al no poder ser eliminados los RONS se implican, y quizás tengan un papel causativo, en la enfermedad aguda de montaña (EAM), en el edema pulmonar agudo de altura (EPAA) y en el edema cerebral agudo de altura (ECAA).
El artículo de revisión, termina concluyendo que exposiciones a elevadas alturas interrumpen la eficacia del sistema antioxidante debido principalmente a niveles crecientes de RONS provocando daño en macromoléculas. El ejercicio físico puede exacerbar los efectos de la altitud y además aumenta el estrés oxidativo. La suplementación de antioxidantes ha demostrado tener efectos beneficiosos y puede atenuar y/o prevenir el daño oxidativo asociado a altitudes elevadas y al ejercicio en altura. Por último, no puede olvidarse que los RONS están implicados en el desarrollo de la enfermedad aguda de montaña y especialmente el óxido nítrico parece desempeñar una función importante.
Fuente bibliográfica
JSSM 2004 June; 3(2):64-69