Cardiología
Presión de pulso sería factor predictivo para la fibrilación auricular
La fibrilación auricular (FA) es la arritmia crónica más común de los adultos y se asocia a un mayor riesgo de mortalidad y accidente cerebrovascular. Se estima que unos 2.3 millones de adultos en los Estados Unidos padecen actualmente de la condición, y se espera que ese número aumente substancialmente en conjunto con el envejecimiento de la población. El predominio de la FA aumenta de forma marcada con los años, con un riesgo global aproximado en la vida de un 25% tanto para los hombres como para las mujeres. Las investigaciones han identificado varios factores de riesgo clínicos dominantes para la fibrilación auricular incluyendo la avanzaba edad, elevada presión arterial sistólica, diabetes, hipertensión, insuficiencia cardíaca, enfermedad valvular, infarto de miocardio y obesidad.
Para examinar relaciones entre la presión de pulso y la fibrilación auricular, investigadores norteamericanos analizaron a 5.331 individuos que habían sido incluidos en el estudio de Framingham, mayores de 35 años y libres de FA (promedio de edad, 57 años; 55% mujeres).
Después de la evaluación inicial de la presión de pulso, con 12 años de seguimiento, la FA se desarrolló en 698 participantes (13.1%). Las tasas acumulativas de incidencia de la FA a 20 años fueron de 5.6% para la presión de pulso de 40 mmHg o menor (percentil 25) y de 23.3% para la presión de pulso de 61 mmHg o mayor (percentil 75). En los modelos ajustados según edad, sexo, presión arterial promedio y factores de riesgo clínicos para FA (índice de masa corporal, fumar, enfermedad valvular, diabetes, hipertrofia ventricular izquierda electrocardiográfica, tratamiento de la hipertensión e infarto del miocardio), la presión de pulso estuvo asociada a un mayor peligro de FA (cociente ajustado de peligro [R], 1.26 por cada incremento de 20 mmHg; intervalo de confianza del 95% [IC], 1.12-1.43; P < 0.001). En cambio, la presión arterial promedio no tuvo asociación con la incidencia de AF (R, 0.96 por cada incremento de 10 mmHg; IC del 95%, 0.88-1.05; P = 0.39). La presión sistólica se relacionó con AF (riesgo, 1.14 por cada incremento de 20 mmHg; IC del 95%, 1.04-1.25; P = 0.006); sin embargo, si se sumaba la presión diastólica, la relación era inversa (riesgo ajustado, 0.87 por cada incremento de 10 mmHg; IC del 95%, 0.78-0.96; P = 0.01), consistente con el efecto de la presión de pulso. En pacientes con imágenes ecocardiográficas interpretables, la asociación entre la presión de pulso y la FA persistieron en los modelos que ajustaron según las dimensiones de la aurícula izquierda, la masa ventricular izquierda y el acortamiento fraccional del ventrículo izquierdo (R, 1.23; IC del 95%, 1.09-1.39; P = 0.001).
En conclusión, la presión de pulso es un importante factor de riesgo para la fibrilación auricular. Se necesita investigación adicional para determinar si las intervenciones que reducen la presión de pulso limitarían la incidencia cada vez mayor de FA.
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