Gastroenterología
Colonoscopia y sigmoidoscopia previenen el cáncer colorrectal
En base a dos estudios poblacionales prospectivos, ambos procedimientos se asociaron a una baja incidencia a largo plazo de cáncer colorrectal distal y proximal.
La colonoscopia y la sigmoidoscopia proporcionan protección contra el cáncer colorrectal, pero la magnitud y la duración de este efecto positivo, en particular contra el cáncer de colon proximal, siguen siendo inciertas.
Reiko Nishihara y colegas de la Facultad de Medicina de la Universidad de Harvard, en Boston, Estados Unidos, examinaron la asociación del uso de la endoscopia baja (cada dos años, de 1988 a 2008) con la incidencia del cáncer colorrectal (hasta junio de 2010) y su mortalidad (hasta junio de 2012).
Entre 88.902 participantes seguidos durante de 22 años, se documentaron 1.815 casos de cáncer colorrectal y 474 muertes. Con la endoscopia, en comparación a ninguna endoscopia, los riesgos de cáncer colorrectal fueron 0,57 (IC del 95%, 0,45 a 0,72) después de la polipectomía, 0,60 (IC del 95%, 0,53 a 0,68) después de una sigmoidoscopia negativa, y 0,44 (IC del 95%, 0,38 a 0,52) después de la colonoscopia negativa. La colonoscopia negativa se ligó a una menor incidencia de cáncer de colon proximal (riesgo, 0,73, IC del 95%, 0,57 a 0,92). Los riesgos multivariables para mortalidad por cáncer colorrectal fueron 0.59 (IC del 95%, 0,45 a 0,76) después de la sigmoidoscopia y 0,32 (IC del 95%, 0,24 a 0,45) después de la colonoscopia de cribado. La reducción de mortalidad por cáncer de colon proximal se observó después de la colonoscopia de cribado (riesgo, 0,47, IC del 95%, 0,29 a 0,76), pero no después de una sigmoidoscopia. En comparación con los cánceres colorrectales diagnosticados en pacientes de más de 5 años después de la colonoscopia o sin endoscopia previa, los diagnosticados sin el plazo de 5 años después de la colonoscopia tenían más posibilidades de ser caracterizados con el fenotipo CIMP (riesgo, 2,19; IC del 95%, 1,14 a 4.21) e inestabilidad de microsatélites (riesgo, 2,10; IC del 95%, 1,10 a 4,2).
En conclusión, la colonoscopia y sigmoidoscopia se asociaron con una reducción en la incidencia del cáncer colorrectal distal; la colonoscopia también se relacionó a una modesta reducción del cáncer de colon proximal. La colonoscopía y sigmoidoscopia se vincularon a una reducción de la mortalidad, y colonoscopia a una reducción de mortalidad por cáncer de colon proximal. El cáncer colorrectal diagnosticado dentro de los 5 años después de la colonoscopia era más probable que el cáncer diagnosticado después de ese período o sin endoscopia previa teniendo CIMP e inestabilidad de microsatélites.
