Ginecología y Obstetricia
Estatinas pueden ser seguras en el embarazo
Si bien los investigadores observaron en mujeres que las tomaban durante el primer trimestre del embarazo un marginal riesgo de malformaciones en la descendencia, la asociación se explicaría por las características subyacentes de las usuarias, principalmente debido a una diabetes preexistente. Estas, por sí mismas, no parecen tener algún efecto teratogénico significativo.
Las estatinas son la clase de medicamentos más comúnmente utilizados para tratar la hiperlipidemia. Desde que se presentaron por primera vez al mercado, tales principios se han contraindicado en el embarazo en base a datos en animales que muestran un potencial teratogénico en dosis altas y por la preocupación de que pudieran perturbar la biosíntesis del colesterol durante el desarrollo del feto.
Brian T. Bateman y colaboradores del Hospital de Brigham y de Mujeres y de la Escuela de Medicina de Harvard, Boston, Estados Unidos, examinaron el potencial teratogénico de las estatinas mediante un estudio de cohorte con 886.996 embarazos de término entre 2000 y 2007, asociado al uso materno en el primer trimestre de gestación.
1.152 (0,13%) mujeres habían utilizado una estatina durante el primer trimestre. En los análisis no ajustados, la prevalencia de malformaciones en la descendencia era de 6,34% en comparación con el 3,55% de las mujeres no usuarias en ese periodo (riesgo relativo 1,79; IC del 95% 1,43 - 2,23). Al controlar los factores de confusión, en particular la diabetes pre-existente, se observó un aumento de riesgo (1,07, 0,85 a 1,37). También se registraron incrementos estadísticamente no significativos para malformaciones de órganos específicos después de considerar los factores de confusión. Los resultados fueron similares en todos los análisis de sensibilidad.
En conclusión, el análisis no encontró un efecto teratogénico significativo de las estatinas durante el primer trimestre del embarazo. Sin embargo, los resultados deben ser replicados en grandes estudios, así como evaluar los efectos a largo plazo de la exposición en el útero, antes que su uso en el embarazo pueda ser considerado seguro.
