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Aunque una baja ingesta de fibra se ha considerado como factor de riesgo para la diverticulitis, la evidencia prospectiva es limitada y, en mujeres, pese a tener una carga desproporcionada de enfermedad, se cuenta con un escaso conocimiento sobre la variación en los efectos protectores según las fuentes de alimento. En este estudio se evaluaron las asociaciones entre el consumo de fibra y sus principales fuentes -incluidas frutas y verduras- con el riesgo de diverticulitis en una amplia cohorte de mujeres.

Los autores dieron seguimiento a 50.019 mujeres del Estudio de Salud de Enfermeras (1990 - 2014) que tenían entre 43 y 70 años de edad y estaban libres de la complicación gastrointestinal, cáncer y enfermedad inflamatoria intestinal al inicio del estudio. La diverticulitis incidente se identificó a través de un autoinforme validado y fue confirmada por la revisión de registros médicos.

Se documentaron 4.343 casos incidentes de diverticulitis, abarcando 1.106.402 persona-años de seguimiento. En comparación con los participantes del quintil inferior, el cociente de riesgo multivariable de diverticulitis en el quintil superior de la ingesta total de fibra fue de 0,86 (IC del 95%: 0,78 - 0,95; P para la tendencia = 0,002). La fibra proveniente de frutas y cereales, pero no de verduras, se asoció con una disminución del riesgo. Además, la ingesta de fruta entera y de frutas específicas como manzanas/peras y ciruelas se vinculó con una probabilidad menor de diverticulitis con un cociente de riesgo multivariable para el trastorno gastrointestinal de 0,95 (0,92 - 0,98; P para la tendencia < 0,001) por cada porción de aumento del consumo total de fruta entera por día.

Finalmente, este estudio concluye que, en mujeres, un mayor consumo de fibra proveniente diferentes fuentes alimenticias – a excepción de la fibra vegetal- se relaciona con un menor riesgo de diverticulitis.