Incógnitas y desafíos de la lucidez terminal
La inesperada mejoría de enfermos agonizantes justo antes de morir es un misterio para la ciencia. El estudio de este fenómeno permitiría desarrollar nuevas terapias paliativas y aumentar la comprensión del cerebro.
La muerte repentina de un familiar o amigo no es una situación fácil de sobrellevar. Tampoco cuando, después una larga enfermedad, los esfuerzos terapéuticos se agotan y el desenlace parece inevitable. El dolor, la angustia, frustración e impotencia son parte de un delicado estado emocional que, ocasionalmente, suma la esperanza antes del deceso.
Esta repentina ilusión y optimismo no son resultado de un anhelo sin fundamentos. Al contrario, nacen de la observación directa y del paso de la agonía a una sorprendente -y por ahora inexplicable- mejoría del estado general del paciente. Este fenómeno, aún poco explorado, se denomina informalmente lucidez terminal.
El término fue acuñado en 2009 por el biólogo alemán Michael Nahm [1], quien lo describe como el retorno temporal de la claridad y vitalidad, que se puede presentar pocas horas o días antes de la muerte de una persona que, supuestamente, había perdido la capacidad de interacción verbal o conductual coherente debido a un proceso fisiopatológico progresivo. Existen testimonios de familiares y médicos de casos en pacientes graves aquejados de tumores, abscesos cerebrales, accidentes cerebrovasculares, meningitis, esquizofrenia, trastornos afectivos, demencia y enfermedad de Alzheimer.
Pocas pistas
Junto a Bruce Greyson, académico del Departamento de Psiquiatría y Ciencias Neuroconductuales de la Universidad de Virginia en Estados Unidos, Nahm revisó la escasa literatura y logró estudiar 49 casos de lucidez terminal: 43% tuvo una mejoría repentina 24 horas antes de la muerte, 41% de dos a siete días y 10% entre ocho y 30.
“La muestra no permite sacar conclusiones amplias, pero sí da algunas pistas. En general, ocurre en personas que tienen una condición de atrofia progresiva del cerebro, pérdidas de sinapsis y neuronas y acumulación de sustancias tóxicas asociadas a un deterioro cognitivo que compromete varias áreas como la memoria, lenguaje y razonamiento. A pesar de esto, muestran repentinamente una sorprendente capacidad comunicativa y recuerdan sin esfuerzos nombres y lugares”.
Tras una nueva recopilación, publicada en Archives of Gerontology and Geriatrics Journals [2], el científico comenta que “este fenómeno se ha informado en la literatura médica durante los últimos 250 años, pero recibe poca atención. Nuestro propósito es fomentar la investigación de los mecanismos involucrados y los posibles conocimientos sobre la neurociencia de la memoria, la cognición al final de la vida y el tratamiento de enfermedades terminales”.
¿Qué dice la ciencia?
Desde “mejora de la muerte” hasta “el último rayo de sol” son algunos nombres populares que se le han dado a este “despertar”. También existen otros que hacen referencia a iluminación, relámpago y último adiós, además de lucidez paradójica, acuñado en 2018 por el Instituto Nacional sobre el Envejecimiento (Estados Unidos) para diferenciar casos de pacientes con trastornos mentales cuyo desenlace no es la muerte.
Realizar investigación científica es complejo. Existen dilemas éticos y morales, a lo que se suma la poca disposición de familiares para autorizar estudios en esas circunstancias. Aun así, algunas hipótesis intentan explicar el origen de la lucidez terminal.
Una de ellas se relaciona con la neuromodulación, según la cual las descargas de neurotransmisores y péptidos liberadores de corticotropina actúan sobre circuitos preservados de la corteza prefrontal y el hipocampo, lo que ocasiona recuperación de la memoria y cierta claridad mental [3].
Según Frederico Fernandes, académico de la Universidad de Sao Paulo (Brasil) y cirujano en el Hospital de Clínicas, como mecanismo de sobrevida el cuerpo libera grandes cantidades de hormonas de estrés generando una mejora momentánea. “Responde a un instinto de conservación fisiológica”, sostiene en BBC News Mundo [4]. “Se produce una liberación de adrenalina y otras sustancias que provocan cambios como el aumento de la frecuencia cardíaca y presión arterial, que mejoran el funcionamiento de otros órganos posiblemente comprometidos. Ocurre una estimulación neuronal e incluso se activa la lucidez del paciente, situación conocida como lucha o huida. Cuando esta reacción se agota, empeora y muere”.
Por su parte, Jimo Borjigin, neurofisiólogo en la Universidad de Michigan (Estados Unidos), plantea que a medida que los niveles de oxígeno y glucosa disminuyen, los neurotransmisores aumentan, lo que podría generar una activación transitoria del cerebro [5]. “En estos casos, cuando se cruza un umbral, el cerebro se activa y aumenta temporalmente su nivel de conciencia permitiendo hablar y actuar racionalmente”.
A pesar de ser un fenómeno comúnmente reportado por el personal de salud y cuidadores en hogares de ancianos, los datos son escasos y la ausencia de una definición precisa “ocasiona que la poca información disponible no esté homologada, lo que dificulta aún más las cosas”, sostiene Jesica Naanous Rayek, internista del Centro Médico ABC en Ciudad de México [6]. “A su vez, se presentan problemas éticos para poder evaluar y confirmar las hipótesis delineadas hasta ahora, lo que obstaculiza la realización de estudios clínicos que puedan ofrecer mayor certeza”.
Oportunidad única
Especialistas coinciden que la comprensión de este fenómeno podría abrir una línea de investigación que explore la posibilidad de que la memoria no se genere completamente en el cerebro, sino que este “también funcione como un órgano filtro o transmisor” [7].
Pese a las dificultades es factible evaluar la incidencia y variedades de lucidez terminal en estudios retrospectivos y prospectivos mediante una escala específica para estimar la inusualidad, el grado de lucidez observada, las fluctuaciones de la coherencia mental y memoria [8].
Para Michael Nahm, profundizar en este campo ofrece el potencial de contribuir en el desarrollo de nuevas terapias y en el conocimiento de la cognición, el procesamiento de la memoria y naturaleza de la mente humana. “Entender este fenómeno y aceptar su posible ocurrencia daría a familiares, médicos y cuidadores la oportunidad única, aunque sea por instantes, de comunicarse y relacionarse con una persona que ha estado en una condición de no respuesta durante un período prolongado”. Motivo más que suficiente para continuar investigando.
Referencias
[1] Nahm M, Greyson B. Terminal lucidity in patients with chronic schizophrenia and dementia: a survey of the literature. J Nerv Ment Dis. 2009 Dec;197(12):942-4.
[2] Nahm M, Greyson B, Kelly EW, Haraldsson E. Terminal lucidity: a review and a case collection. Arch Gerontol Geriatr. 2012 Jul-Aug;55(1):138-42.
[3] Bostanciklioğlu M. Unexpected awakenings in severe dementia from case reports to laboratory. Alzheimers Dement. 2021 Jan;17(1):125-136.
[4] "Lucidez terminal": ¿por qué algunos pacientes gravemente enfermos mejoran justo antes de morir? https://www.bbc.com/mundo/noticias-57548802
[5] One Last Goodbye: The Strange Case of Terminal Lucidity. https://blogs.scientificamerican.com/bering-in-mind/one-last-goodbye-the-strange-case-of-terminal-lucidity/
[6] Lucidez terminal, la mejora antes del final. https://espanol.medscape.com/verarticulo/5909980
[7] Kelly EF, Kelly EW, Crabtree A, Greyson B. (2007). Mente irreductible: hacia una psicología para el siglo XXI. Lanham, MD: Rowman & Littlefield.
[8] Lee DR, McKeith I, Mosimann U, Ghosh-Nodial A, el atl. The dementia cognitive fluctuation scale, a new psychometric test for clinicians to identify cognitive fluctuations in people with dementia. Am J Geriatr Psychiatry. 2014 Sep;22(9):926-35.
Por Óscar Ferrari Gutiérrez
Temas Relacionados
