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pacientes asintomáticos con alteraciones en la exploración clínica (soplo, diferencia de pulsos,
hipertensión arterial). El DAP juega un papel trascendental en el caso de coartaciones aórticas
severas, permitiendo asegurar débito sistémico. La disminución severa de calibre del ductus
o el cierre del mismo alrededor de la 1ª o 2ª semana de vida, produce falla ventricular
izquierda aguda con congestión severa, cortocircuito izquierda derecha por foramen oval y
sobrecarga de volumen que rápidamente desemboca en una situación de shock con dificultad
respiratoria severa, acidosis, falla renal. Al examen físico se evidencia ausencia de pulsos
en miembros inferiores, diferencia de presión arterial (con hipertensión de miembros
superiores) y cianosis en la mitad inferior del cuerpo (circulación hacia la parte inferior del
organismo es suplida por un ductus), signos de ICC severa como palidez, mala perfusión
distal, ritmo de galope y hepatomegalia. En situación de shock puede no ser evidente la
diferencia de pulsos como de presión arterial. A la auscultación soplo sistólico de baja
intensidad borde esternal izquierdo irradiado a la zona interescapular asociado a click sistólico
(cuando se asocia a aorta bicúspide) y otros soplos por patologías asociadas.
• Rx. tórax: Marcada cardiomegalia y signos de edema pulmonar o congestión venosa pulmonar
en los casos severos. En pacientes mayores no intervenidos se pueden notar escotaduras en
el margen inferior de las costillas que se conocen como muescas costales y que son
secundarias a erosión producida por las arterias intercostales dilatadas y en esofagograma,
imagen en Epsilon.
• ECG puede ser normal. En el recién nacido con coartación severa muestra hipertrofia de
VD. En el niño mayor con lesión severa muestra hipertrofia VI.
• Eco Doppler: Permite ver la zona estrechada y el flujo ductal compensador y otros defectos
asociados.
• Cateterismo cardiaco: Se realiza en recoartación aórtica (en pacientes ya operados) y
coartación aórtica nativa en pacientes mayores, como parte de su terapia al ser factible el
cateterismo intervencional (balonplastia con o sin uso de stent).
• AngioTAC o RMN: Permite hacer una buena evaluación del arco aórtico y permite hacer
una reconstrucción 3-D realizando diagnóstico preciso de la obstrucción y defectos asociados.
Tratamiento
El recién nacido con COAO requiere estabilización en el lugar de nacimiento incluyendo
corrección rápida de acidosis y del equilibrio hidroelectrolítico, diuréticos y en muchas
ocasiones ventilación mecánica invasiva (VMI) y apoyo con drogas vasoactivas. Asimismo
requiere inicio de infusión ev inmediata de prostaglandina E1 (PGE1) para reabrir el DAP, en
dosis de 0,01 a 0,05
µ
g/kg/min. Cuando el paciente es mayor de 10-15 días la utilidad de la
PGE1 es baja pero se utiliza hasta las 4 semanas de vida. El niño mayor puede requerir uso de
B bloqueo como manejo de HTA preoperatoria. Una vez estabilizado el paciente debe ser
intervenido. La cirugía electiva en el niño asintomático con escasa elevación de la presión
arterial se puede efectuar entre el año y dos años. El paciente que se opera tardíamente tiene
alto riesgo que la hipertensión se haga crónica. La técnica quirúrgica o aortoplastia consisten
en resección y anastomosis término-terminal, en caso de hipoplasia del istmo aórtico o de la
aorta transversa, se recurre a técnicas de ampliación con parche o con tejido proveniente de las
subclavia izquierda (técnica de Waldhausen). En el posoperado y en el paciente
posangioplastia por balón, debe hacerse un seguimiento seriado con ecocardiografía buscando
signos de recoartación (frecuente en la cirugía de lactante y de recién nacido) y aparición de
aneurismas (frecuente con técnica de ampliación con parche).
En pacientes con antecedentes de COAO operada, que quieren participar en deportes
competitivos, debe hacerse un test de esfuerzo previo y posteriormente de control, ya que
pueden tener una mayor elevación de la presión arterial con el ejercicio.
Cardiología