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maturidad, la infección materna y la portación de SGB. El peso al nacer, la prematuridad, la edad
de inicio están fuertemente asociados con la mortalidad. La neumonía puede ser secundaria a
la ventilación mecánica invasiva, pero es más frecuente en prematuros que reciben ventilación
prolongada. La radiografía de tórax revela infiltrados parenquimatosos difusos con broncogramos
aéreos o consolidación lobar, Sin embargo, estos hallazgos son a menudo similares a otras condi-
ciones como EMH, TTN o SAM. También pueden observarse derrames pleurales. En contraste con
los lactantes y niños mayores, la neumonía neonatal es parte de una enfermedad generalizada de
sepsis, por lo tanto, la obtención de sangre y cultivos de líquido cefalorraquídeo y la iniciación de
terapia antibiótica de amplio espectro se recomienda para cualquier RN sintomático. En el recién
nacido con neumonía precoz o sepsis (antes de las 72 horas), el tratamiento inicial preferido es
una combinación de ampicilina y un aminoglucósido. Para los RN que han estado hospitalizados
en una UCI más de 4 días, organismos como
Staphylococcus aureus
y
Staphylococcus epidermidis
requieren terapia con cloxacilina o vancomicina. En los RN que desarrollan neumonía extrahospita-
laria se debe investigar virus respiratorios (adenovirus, virus sincicial respiratorio y virus influenza)
y bacterias grampositivas (
Streptococcus
y
Staphylococcus aureus
).
La necesidad de apoyo respiratorio va desde sólo oxígeno suplementario hasta ventilación
mecánica, pasando por el uso de CPAP. La prevención de la neumonía neonatal y sus complica-
ciones se centra en el
screening
materno del EGB realizado a las 35 s EG, la profilaxis antibiótica
intraparto y el seguimiento adecuado de los recién nacidos de alto riesgo después del parto. Las
directrices han sido establecidas por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades
y aprobadas por la Academia Americana de Pediatría y el Colegio Americano de Obstetricia y Gi-
necología. Los RN que requieren evaluación incluyen a los nacidos de madres que son portadores
de SGB, aquellas con antecedentes de bacteruria por SGB, aquellas con un estado de SGB desco-
nocido y parto prematuro, con rotura de membranas de 18 horas o más o con fiebre intraparto
(> 38 °C). El antibiótico intraparto indicado es la penicilina intravenosa (5 millones UI seguida por
2,5 millones UI) administrada al menos 4 horas antes del parto. Desde la implementación gene-
ralizada de la detección de SGB materna y la administración de profilaxis antibiótica intraparto, la
incidencia de infección por SGB de inicio precoz ha disminuido de 1,8 casos por 1.000 a 0,3 casos
por cada 1.000 nacidos vivos. Según las pautas actualizadas cualquier niño que desarrolle signos
o síntomas de enfermedad requiere una evaluación diagnóstica completa, incluyendo cultivos de
sangre y líquido cefalorraquídeo, y el inicio de antibióticos. Si se sospecha corioamnionitis materna
pero el RN no presenta signos o síntomas de enfermedad, se tomarán hemocultivos, hemograma
y PCR, junto con el inicio de terapia antibiótica durante al menos 48 horas. Los RN asintomáticos
de riesgo, que no recibieron la profilaxis antibiótica adecuada, requieren una evaluación y obser-
vación limitadas durante 48 horas, pero no es necesario el inicio de antibióticos a menos que surja
sospecha clínica. Los RN asintomáticos de riesgo que recibieron una profilaxis antibiótica intraparto
adecuada deben observarse durante 48 horas. La adhesión a estas pautas disminuirá la incidencia
de neumonía neonatal y permitirá la detección temprana y el tratamiento que puede prevenir las
complicaciones y mortalidad.
Síndrome aspirativo meconial (SAM)
El parto con meconio se presenta en el 5 al 30% de los RNT y postérmino, de las cuales 2 a
10% pueden desarrollar SAM. El meconio está presente en el tracto gastrointestinal ya a las 16
semanas de gestación, pero no está presente en el colon descendente inferior hasta las 34 sema-
nas de gestación; por lo tanto, el SAM rara vez se ve en RN menores de 37 semanas de gestación.
En prematuros se describe en quienes cursan una infección por Listeria. En el feto comprometido,
la hipoxia o la acidosis pueden resultar en una onda peristáltica y relajación del esfínter anal,
resultando en el paso de meconio en el útero. La aspiración puede ocurrir en el útero o inmedia-
tamente después del nacimiento cuando el feto comprometido jadea. El meconio es tóxico para
el pulmón del recién nacido, causando inflamación y lesiones epiteliales a medida que migra hacia
distal. El pH del meconio es de 7,1 a 7,2 y la acidez provoca inflamación de las vías respiratorias
y una neumonitis química con liberación de citoquinas. A medida que el meconio alcanza las pe-
queñas vías respiratorias, ocurre una obstrucción parcial, lo que resulta en atrapamiento de aire e