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Síndrome de dificultad respiratoria
Marcela Díaz C.
CAPÍTULO 4
El síndrome de dificultad respiratoria (SDR) es una de las causas más frecuente de ingreso a
UCI neonatal. Alrededor de un 15% de los recién nacidos a término (RNT) y el 30% de los pre-
maturos tardíos ingresados presentarán morbilidad respiratoria significativa que aumenta en los
RNPT menores de 34 semanas. Aumentan la probabilidad de enfermedad respiratoria neonatal:
Prematuridad, líquido amniótico teñido de meconio, parto por cesárea, diabetes gestacional,
corioamnionitis materna, hallazgos prenatales de oligohidramnios o malformación pulmonar.
Definición
El SDR se reconoce como un conjunto de síntomas y signos que traducen el aumento del tra-
bajo respiratorio: Taquipnea, aleteo nasal, retracción torácica y quejido. La
taquipnea
o frecuencia
respiratoria mayor de 60 por minuto es un mecanismo compensatorio para hipercapnia, hipoxemia
o acidosis, por lo que una variedad de enfermedades respiratorias, cardiovasculares, metabólicas
y enfermedades sistémicas pueden cursar con taquipnea. El
aleteo nasal
es un síntoma compen-
satorio que aumenta el diámetro de la vía aérea superior y reduce la resistencia y el trabajo de
la respiración. La
retracción
, evidenciada por el uso de musculatura accesoria del cuello, la caja
torácica, el esternón o el abdomen, ocurre cuando la distensibilidad pulmonar está disminuida o la
resistencia de las vías respiratorias es alta. La pared torácica del recién nacido, cartilaginosa y ósea,
es más colapsable y predispone a la atelectasia pulmonar y a una capacidad residual funcional
disminuida. El
quejido
es un sonido espiratorio causado por el cierre repentino de la glotis en un
intento de mantener volumen residual y prevenir atelectasia alveolar, como ocurre en trastornos
con distensibilidad disminuida, como enfermedad de membrana hialina (EMH) o taquipnea tran-
sitoria. En el otro extremo del espectro, la aspiración de meconio es un ejemplo de obstrucción
de las vías respiratorias inferiores con atrapamiento de aire. Estos recién nacidos a menudo tienen
volúmenes residuales altos, lo que afecta negativamente su distensibilidad pulmonar.
Causas y patogenia
Las causas son diversas y multisistémicas. Se clasifican en las que comprometen directamente
el aparato respiratorio y dentro de éstas las que afectan las vías aéreas, el parénquima pulmonar,
que son fundamentalmente a las que nos referiremos a continuación y la caja torácica. Pero, están
además las extra-respiratorias, fundamentalmente de origen cardíaco y neuromuscular.
Diagnóstico diferencial
Después de la resucitación inicial y la estabilización, es importante realizar una historia de-
tallada, considerar los factores de riesgo (Tabla 1), examen físico y
estudios radiológicos y de
laboratorio para determinar una aproximación diagnóstica y adecuar el manejo. El examen físico
detallado debe identificar causas no pulmonares tales como: obstrucción de las vías respiratorias,
anomalías de la pared torácica, enfermedades cardiovasculares o neuromusculares, que inicial-
mente se presentan como dificultad respiratoria. La radiografía de tórax es fundamental en una
aproximación diagnóstica y puede identificar parálisis diafragmática congénita, malformaciones
pulmonares, derrame pleural y escape aéreo como el neumotórax, masa, neumomediastino y
hernia diafragmática congénita, que comprometen la expansión pulmonar. La taquipnea sin
aumento del trabajo respiratorio debe descartar acidosis metabólica o sepsis. La hipoglicemia,
hipomagnesemia, hipermagnesemia y anomalías hematológicas pueden resultar en una unidad
ventilatoria deprimida, por lo que evaluación de laboratorio también debe considerarse con estos