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Ventilación con presión positiva intermitente nasal (NIPPV o CPAP ciclado)
Combina una presión de fin de espiración, con aumentos intermitentes de presión a través
de la cánula nasal. Mantiene los beneficios del CPAP en relación al aumento de la capacidad re-
sidual funcional y habría evidencia de disminución del trabajo respiratorio y aumento del reflejo
inspiratorio.
Se administra mediante un ventilador convencional o ventiladores no invasivos y se utilizan las
mismas interfases que para el CPAP convencional.
Indicación:
Manejo de apneas refractarias al uso de CPAP convencional, prevención de falla
posextubación (tendría mayor beneficio
vs
CPAP en metaanálisis).
No está claro el beneficio de NIPPV en el manejo del SDR inicial por lo que actualmente no
está indicado como primera alternativa.
Parámetros:
Se debe indicar una presión inspiratoria (PIP) y la PEEP. No existen valores estan-
darizados y los estudios han utilizado valores de PIP entre 10-25 cm H
2
O. En nuestra unidad se
utilizan valores entre 12 a 18 cm H
2
O, considerando valores más elevados en pacientes crónicos.
Se debe programar una frecuencia respiratoria de 15 a 30 y un tiempo inspiratorio de 0,4 a 0,5
segundos.
Existe controversia sobre la necesidad de otorgar una ventilación no invasiva sincronizada.
Actualmente, existen ventiladores que sincronizan a través de los movimientos abdominales,
mediante sensores de flujo/presión o NAVA (Neurally adjusted ventilatory assistance). Hay ensa-
yos clínicos que muestran disminución del trabajo respiratorio, pero son controversiales por lo
que actualmente el uso de NIPPV se puede considerar con o sin sincronización, de acuerdo a la
disponibilidad de cada centro.
Efectos adversos:
Los mismos riesgos que CPAP más distensión abdominal. Si bien no se ha
demostrado relación causal entre el uso de NIPPV y enterocolitis necrosante (NEC), se desaconseja
su uso en el caso de sospecha o diagnóstico de esta patología.
Cánula nasal de alto flujo (HFNC)
Consiste en la administración de oxígeno a través de una cánula nasal, con flujo mayor a 2
litros por minuto (lpm). En neonatología, sin embargo, se utiliza valor de corte de 1 lpm. El aire
mezclado con oxígeno debe ser calentado y humidificado previo a ser administrado al paciente.
Su uso se basa en una disminución de la resistencia inspiratoria, una disminución del espacio
muerto nasofaríngeo y en proveer presión positiva.
La interfase corresponde a una naricera corta, que a diferencia del CPAP no debe sellar
completamente las narinas ya que mediante esta modalidad no se puede monitorizar de forma
rutinaria la PEEP, por lo que el riesgo de escape aéreo sería mayor, al menos en teoría. Se reporta
una mayor aceptación de esta interfase por parte de padres y personal de enfermería ya que sería
más cómodo para el paciente y de manejo más fácil comparado con las cánulas del CPAP. En
neonatología su indicación aún se encuentra en debate ya que algunos estudios han mostrado
que no sería inferior a CPAP en el manejo posextubación y en algunos se menciona que podría
ser una opción en el manejo inicial del SDR. Sin embargo, existe preocupación en relación al uso
en prematuros < 1.000 g al no monitorizar la PEEP. En la práctica se considera una opción en
pacientes crónicos para weaning de CPAP, en espera de evidencia más concluyente que permita
cambiar la conducta en SDR inicial y posextubación.
Ventilación mecánica invasiva
Ventilación mecánica convencional (VMC)
El uso de sincronización en la ventilación mecánica ha demostrado mejorar la oxigenación,
disminuir la necesidad de sedación y los días de VM. Ésta, se logra mediante el uso de sensores
de flujo neonatal que permitan detectar de forma segura y precoz la ventilación espontánea del
RN y apoyarla en el momento preciso para evitar la asincronía.
Ventilación mandatoria intermitente sincronizada (SIMV)
El apoyo del ventilador mecánico se sincroniza con la respiración del paciente, siempre y