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de atención para el RNPT que pretende mejorar el desarrollo del prematuro a través de interven-
ciones que favorecen al RNPT y a su familia, entendiéndolos a ambos como una unidad. Este
modelo de atención considera al RNPT un ser humano capaz de sentir, relacionarse e intervenir
en su desarrollo, y a los padres los principales pilares del crecimiento del hijo. Estas intervenciones
están diseñadas para reducir el estrés excesivo en la UCIN, reducir el dolor asociado a exámenes y
tratamientos invasivos, y facilitar y fomentar la participación de los padres en el cuidado de su hijo.
La introducción de los CCD supone un cambio en el modelo de cuidados de la mayoría de las
unidades neonatales y es, sin duda, un esfuerzo considerable desde el punto de vista organizativo
de las UCIN. La mayoría de estos cuidados son sencillas medidas que pueden disminuir drástica-
mente la morbilidad neonatal, modificando el entorno extrauterino de forma que esté siempre
orientado al desarrollo neurológico y sensorial del recién nacido hospitalizado en UCIN. El desafío
del equipo de cuidado neonatal, como responsables de los cuidados, será potenciar una cultura
que optimice un entorno en el que se le proporcione un adecuado tratamiento a los RNPT, tanto
médico como ambiental.
Los CCD los podemos clasificar en dos grandes grupos. Por un lado están los aspectos que ac-
túan sobre el macroambiente, como la luz y el ruido, y por otro los del microambiente, como son
las atenciones clínicas programadas, el manejo del dolor, el cuidado de la posición, la participación
de los padres en el cuidado de sus hijos, y el fomento y el apoyo a la lactancia materna (LM).
El RNPT evoluciona mucho mejor si el estrés derivado de una estimulación excesiva en su
medioambiente, se reduce mediante la atenuación de estímulos nocivos externos (luz, ruido,
movimiento), el empleo de técnicas correctas de manipulación y de posición.
Intervenciones dirigidas a optimizar el macroambiente
Luz ambiental
El sentido de la vista es el último sentido en madurar y, por esto, los recién nacidos prematuros
son especialmente sensibles a los estímulos luminosos, ya que no están preparados para responder
a ellos. Sin embargo, las UCIN han sido diseñadas, para satisfacer las necesidades del equipo de
profesionales y, por tanto, con una alta intensidad luminosa, continua y de entre 60 a 75 lúmenes,
sin variaciones entre ciclo día/noche. Esto puede causar alteración en el sistema endocrino, alteración
de los ritmos biológicos y estrés, como también alteración de la frecuencia cardíaca, inestabilidad
de la frecuencia respiratoria, presión arterial inestable y actividad motora desmodulada. Las UCIN
deben adaptarse a las capacidades de los recién nacidos prematuros.
Las intervenciones en la práctica clínica serán: utilizar cobertores para todas las incubadoras
y cunas radiantes de UCIN, incluso cuando esté con fototerapia, utilización de luces individuales
para procedimientos que requieran mayor apoyo lumínico, proteger ojos de recién nacido frente a
procedimientos luminosos, disminuir intensidad lumínica entre las 19:00- 07:00, realizar el método
cuidado canguro (MMC) con la menor intensidad lumínica posible y concentrar los procedimientos
que requieran mayor cantidad de luz.
Ruido ambiental
Los RNPT tienen una extremada sensibilidad al ruido. El feto intraútero recibe los sonidos atenuados
entre 20-50 dB menos, principalmente por el medio líquido en que se encuentra. Al nacer, los RNPT
quedan expuestos a ruidos de baja y alta frecuencia sin la atenuación del cuerpo de su madre.
La UCIN presenta un ambiente ruidoso, con una actividad propia del equipo de cuidado
neonatal, ventiladores mecánicos, el sonido de alarmas de monitores y equipos, aspiración, con-
versaciones, teléfonos, etc., con niveles sobre los 80 dB, siendo lo recomendado niveles menores
a 45 dB. El ruido excesivo, agudos y los ruidos fuertes pueden dañar las delicadas estructuras
auditivas del RNPT con riesgo de pérdida auditiva neurosensorial y pueden afectar su ciclo sueño-
vigilia, además, de asociarse a aumento en los episodios de desaturación y aumento de la presión
intracraneana.
Las intervenciones en la práctica clínica serán: disminuir al máximo posible el tono de voz en
entregas de turno, con un tono de voz bajo y alejados de las incubadoras, bajar el volumen de las
alarmas al 50%, privilegiar la vigilancia visual, no utilizar equipos ruidosos por mal funcionamien-