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3. Clasificación según perfil temporal:

a.

Aguda:

Episodio único, sin episodios previos, habitualmente con sintomatología asociada,

siendo los ejemplos más frecuentes: Enfermedad febril sistémica, primer episodio de una

migraña, hemorragia intracraneana (MAV, HSA) y trauma. La cefalea aguda de inicio súbi-

to (segundos a 1 minuto), severa, rápidamente progresiva, siempre debe ser interpretado

como secundaria a lesión encefálica aguda.

b.

Aguda recurrente:

Eventos periódicos separados de intervalos libres de síntomas, suele

ser el perfil de las cefaleas “benignas” y es la forma de presentación más frecuente de la

migraña. Sólo la presencia de los signos de alarma o banderas rojas (tabla 1) al examen

neurológico permite sospechar lesión encefálica.

c.

Crónica progresiva:

Aumento de la frecuencia y severidad a lo largo de los días. Es la forma

de presentación menos común. Usualmente se acompaña de signos de HTE. La cefalea

crónica de inicio insidioso, persistente y progresiva siempre debe ser considerada como

secundaria a una lesión encefálica o enfermedad subyacente

d.

Crónica no progresiva:

Es el perfil más frecuente de la cefalea tipo tensión, habitualmente

asociado a estrés o ansiedad. No asociada a signos de HTE o enfermedades neurológicas.

Examen neurológico normal. Más frecuente después de los 12 años.

e.

Mixta:

Cefalea aguda recurrente que se sobrepone a un patrón diario o casi diario de

cefalea crónica no progresiva. El paciente es capaz de diferenciar los 2 tipos de cefalea.

Examen neurológico normal.

Diagnóstico y evaluación

1. Criterios diagnósticos

La Sociedad Internacional de Cefalea (IHS) ha establecido criterios diagnósticos para prácti-

camente todos los subtipos de cefalea, ya sean primarias o secundarias, en la Clasificación de la

Sociedad Internacional de Cefalea Tercera edición beta (ICHD-3

β

) estableciéndose algunas modi-

ficaciones en niños para mejorar su sensibilidad, como por ejemplo se acepta duración menor de

2-72 horas y la localización bilateral, frecuentemente frontal (Anexo 1).

2. Evaluación

Debe incluir una historia clínica completa, examen físico general y neurológico.

Dentro de la historia clínica es necesario analizar: Edad de inicio, patrón o evolución temporal,

localización, frecuencia, intensidad, carácter, duración, horario, pródromos, síntomas acompañan-

tes, presencia de aura, desencadenantes, exacerbantes y/o atenuantes, antecedentes mórbidos

e historia familiar.

El examen físico debe incluir signos vitales, especialmente temperatura y presión arterial,

parámetros de crecimiento, circunferencia craneana, signos cutáneos sugerentes de enfermedad

neurocutánea, y examen neurológico completo que incluya examen mental y fondo de ojo.

Tabla 1. Síntomas y signos de alarma o banderas rojas

Historia

Examen físico

• Menor de 3 años

• Hipertensión

• Cefalea matutinos o nocturnos

• Circunferencia craneana > Pc 95

• Vómitos matutinos o nocturnos

• Marcadores neurocutáneos

• Cefalea que empeora con Valsalva o esfuerzo

• Signos meníngeos

• Inicio explosivo

• Edema de papila

• Patrón crónico progresivo

• Movimientos oculares anormales

• Deterioro en el rendimiento escolar o cambios de personalidad • Asimetría motora

• Alteración de conciencia

• Ataxia

• Epilepsia

• Trastorno de la marcha

• Reflejos anormales