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Clasificación de las crisis
Crisis focales
Crisis de comienzo focal con o sin compromiso de conciencia. La activación inicial involucra
un número limitado de neuronas en parte de un hemisferio. El EEG ictal es regional o confinado
a un hemisferio. En general pueden ser sutiles y aisladas. Su semiología es dependiente de la
función del área cerebral activada y por la cual se extiende la descarga epiléptica. Las crisis focales
pueden ser:
Simples vs complejas:
Basado según exista o no compromiso de conciencia (capacidad de res-
ponder a estímulos externos) asociado a la crisis. Las crisis simples no comprometen la conciencia
y las crisis complejas sí.
Secundariamente generalizadas:
Son aquellas crisis de inicio focal que posteriormente presenta
generalización secundaria.
Las crisis focales pueden ser simples (con síntomas motores, sensoriales y somatosensoriales,
autonómicos o neurovegetativo, síntomas psíquicos) y complejas (simples seguidas de compromiso
de conciencia, con o sin automatismo; simples con compromiso de conciencia desde el inicio con
o sin automatismo; o parciales secundariamente generalizadas).
Crisis generalizadas
La descarga involucra un gran número de neuronas en ambos hemisferios cerebrales. El EEG
muestra descargas generalizadas desde el inicio. Todas muestran compromiso de conciencia
menos las mioclónicas. En esta clasificación las crisis generalizadas incluyen las ausencias (típicas,
atípicas, mioclónicas), mioclónicas, tónico clónicas, tónicas, clónicas, atónicas y espasmos.
No clasificadas
Aquellas que, con la información disponible, son imposibles de clasificar en las categorías
anteriores.
Revisión clasificación ilae 2010-2016
En la propuesta de clasificación de 2010, se prefiere hablar de crisis focales y no parciales,
y se dividen en dos grupos: Sin y con alteración de conciencia o estado de alerta (estas últimas
también llamadas discognitivas).
Las crisis neonatales ya no se consideran una entidad separada y los espasmos, que no se
reconocieron específicamente en la clasificación de crisis de 1981, ahora se incluyen, utilizando el
nombre de espasmos epilépticos en vez de infantiles, dado que estos pueden continuar más allá
de la lactancia o incluso aparecer de novo. Se han incluido en el grupo de etiología desconocida.
Se reemplaza idiopático, sintomático y criptogénico por causas genéticas, estructural-metabólica
y desconocida.
En esta clasificación, no todas las epilepsias se reconocen como síndromes electroclínicos. La
organización de las formas de epilepsia se hace primero por especificidad: síndromes electroclíni-
cos, epilepsias no sindrómicas, de causa estructural-metabólica, y epilepsias de causa desconocida.
Los términos catastrófico y benigno no se recomiendan.
En la clasificación de 2016 debe considerarse que mantiene el concepto de crisis: Focales,
generalizadas y desconocida, el tipo de epilepsias (generalizadas, focales, combinadas, y desco-
nocidas), los síndromes epilépticos y en todas ellas, la etiología (metabólica, estructural, genética,
infecciosa inmune, desconocida). Se definen nuevas crisis focales y generalizadas, y se establece
que las crisis atónicas, clónicas, espasmos epilépticos, mioclónicas y tónicas pueden ser tanto
focales como generalizadas.
Diagnóstico
El diagnóstico debe integrar todos los datos disponibles tales como edad de inicio, tipo de
crisis, semiología de ellas, desencadenantes, causas probables, historia familiar, hallazgos en el
EEG y en las neuroimágenes (resonancia nuclear magnética).