Table of Contents Table of Contents
Previous Page  546 / 864 Next Page
Information
Show Menu
Previous Page 546 / 864 Next Page
Page Background

545

calor o alteración de la termorregulación en el hipotálamo; la taquicardia puede ser resultado

de fiebre, schock séptico o hipovolémico, falla cardíaca o arritmias; la bradicardia puede resultar

por aumento de la presión intracraneana o lesión miocárdica (miocarditis, hipoxia, sepsis o toxi-

nas); taquipnea es indicador de patología pulmonar, acidosis (cetoacidosis diabética), síndrome

urémico o intoxicaciones; la hipotensión puede ser causada por sepsis, disfunción cardíaca,

insuficiencia adrenal.

En la

piel,

presencia de cianosis sugiere hipoxemia, la palidez anemia

o

shock

, ictericia disfunción hepática. Lesiones en distintos momentos evolutivos, cicatrices,

equímosis y fracturas en distintas etapas de consolidación nos debe hacer sospechar maltrato.

El examen del cráneo puede mostrar aumentos de volumen, hematomas, laceraciones y equí-

mosis.

El examen torácico permite detectar neumonía y empiema, el examen cardiovascular

puede sugerir enfermedad cardíaca congénita o reumática, que pueden también predisponer

a una endocarditis y subsecuente diseminación cerebral. El examen abdominal es importante

para detectar hepatoesplenomegalia que puede estar presente en enfermedades hepáticas,

metabólicas e infecciones.

Examen neurológico

Los elementos importantes para determinar el sitio de lesión en el sistema nervioso central son:

el nivel de conciencia, lo cual se puede explorar en forma verbal preguntando: ¿está usted bien?

o ¿cuál es su nombre?, si no responde, intentar el estímulo acústico aplaudiendo, si no responde

estimular táctilmente la cara y los dedos (amplia representación cortical), si aún así no obtenemos

respuesta utilizar estímulo doloroso sin causar daño en tejidos, como presionar el dedo del pie,

esternón, cresta supraorbitaria, rama mandibular o pellizco en tejidos blandos de parte superior

del brazo.

Luego, evaluar el patrón de respiración, tamaño y reactividad de las pupilas, movimientos

oculares y la respuesta motora. El fondo de ojo puede demostrar papiledema en el caso de que

exista hipertensión endocraneana por más de 5 días de evolución, y hemorragias retinianas en

el caso de maltrato. Los signos meníngeos pueden estar presentes en la meningitis infecciosa, la

hemorragia subaracnoídea, herniación de amígdalas y trauma craneocervical. La exploración física

permitirá localizar anatómicamente la lesión en el encéfalo.

Estudios complementarios

Exámenes de primera línea

Debemos determinar inmediatamente la glucosa en la sangre mediante tiras reactivas para

descartar hipoglicemia; un recuento de glóbulos blancos en sangre que puede estar elevado o

disminuido en infecciones graves; electrolitos plasmáticos, calcio, magnesio, función hepática

y renal, lactato y gases en sangre arterial, puede evidenciar alteraciones hepáticas, renales,

electrolíticas y metabólicas. Ante una causa incierta considerar análisis de tóxicos en orina o

residuo gástrico.

Imagenología:

Todo niño con compromiso de conciencia debe realizarse un escáner cerebral,

que nos puede ayudar a pesquisar alteraciones estructurales como hemorragia intracraneal,

contusiones, laceraciones, infarto, edema cerebral y herniación. Aplicando medio de contraste,

en las infecciones se puede observar captación meníngea, neurocisticercosis y absceso cerebral;

en las inflamatorias, patrones de compromiso de sustancia blanca y gris como la encefalomielitis

diseminada aguda.

Punción lumbar:

En pacientes con fiebre y sospecha de infección del sistema nervioso central.

Contraindicada si existen evidencias de hipertensión endocraneana, trombocitopenia e infección

en el sitio de punción y, por lo tanto, debe ser diferida y el tratamiento antibiótico iniciado empíri-

camente. En el líquido cefalorraquídeo pedir recuento de células, glucosa, proteínas, gram, cultivo

bacteriano y Ziehl-Neelsen, reacción de polimerasa en cadena para el virus del herpes simplex, los

estudios con látex y otros de acuerdo a la sospecha clínica (hongos o tuberculosis).