

Neumol Pediatr 2015; 10 (3): 118 - 123
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Neumonía por bacterias atípicas: mycoplasma y chlamydia pneumoniae
otros síntomas y el diagnóstico de la infección; llama la atención
la ausencia de sibilancias, ya que por años se ha considerado
un elemento altamente sugerente de esta etiología. Es necesario
hacer el alcance de la necesidad de mejorar la evidencia, con
estudios realizados en población ambulatoria y de mayor calidad
metodológica. (8).
Las manifestaciones extrapulmonares ocurren entre
el 25 y 50% de los casos y acompañan a las manifestaciones
respiratorias en forma concomitante o diferida. (9) (Tabla 1).
Las manifestaciones dermatológicas son las más frecuentes e
incluyen desde rash eritematoso maculopapular, vesicular, hasta
reacciones severas como eritema multiforme y síndrome de
Steven Johnson.
Las complicaciones neurológicas son más frecuentes
en pacientes de curso hospitalizado e incluyen entre otras:
meningoencefalitis, meningitis aséptica, síndrome de Guillain
Barré, polirradiculitis, mielitis transversa, síndrome de confusión,
etc. Estas condiciones se presentan 1 a 2 semanas posterior a
los síntomas respiratorios.
Otras manifestaciones extra respiratorias de la
infección por
Mycoplasma pneumoniae
incluyen Anemia
hemolítica, Artritis, Miocarditis, Pericarditis, Nefritis Intersticial,
Uveitis y Conjuntivitis. Es altamente probable que los mecanismos
patogénicos de las manifestaciones extra respiratorias estén en
relación a reacciones de tipo inmune (10, 11).
En relación al compromiso radiológico, se ha descrito
clásicamente un patrón reticular intersticial difuso, sin embargo
muchos autores describen que los hallazgos en la radiografías
de tórax pueden ser muy variados, y no permiten distinguirla de
infección por bacterias típicas o agentes virales. Un elemento
muy sugerente de infección por
Mycoplasma pneumoniae
es la
clásica descripción de una disociación clínico-radiológica, en la
que destacan muchos hallazgos radiológicos en un paciente poco
sintomático o en muy buenas condiciones. De acuerdo al estudio
realizado en el Hospital Clínico de la Universidad Católica, antes
citado, lo más frecuente fue encontrar patrón de consolidación o
infiltrado intersticial difuso (Figura 1)(7).
En relación al estudio de laboratorio específico del
Mycoplasma pneumoniae, aún en la actualidad no existe una
recomendación clara y única sobre la mejor prueba diagnóstica
(Tabla 2). El cultivo es 100% específico para la presencia
del agente pero no se utiliza porque requiere una incubación
prolongada y la persistencia de la bacteria tras la infección
puede durar semanas además que existe elevada portación que
confunde con infección real (12, 13).
Figura 1.
Radiografía de tórax anteroposterior (A) y lateral (B).
Paciente de 3 años y 4 meses. A. Radiografía anteroposterior: se observan sombras parenquimatosas en ambos lóbulos inferiores
además de imagen condensante con pérdida de volumen del lóbulo medio que borra contorno cardíaco derecho. B. Lateral: sombras
parenquimatosas que se proyectan en ambos lóbulos inferiores. Se confirma condensación con pérdida de volumen del lóbulo medio.