Neurología
Peligro de demencia también se relaciona con la obesidad
Se sabe desde algún tiempo que una distribución centralizada de la grasitud está relacionada a numerosos riesgos para la salud. La distribución abdominal de la grasa corporal, referida como obesidad central, es un estado independiente y un factor más potente de riesgo para la diabetes tipo 2, resistencia a la insulina, enfermedad coronaria, accidentes cerebrovasculares, y mortalidad, que la obesidad corporal general. De hecho, las personas con peso saludable, pero con una distribución central del tejido adiposo tienen un peligro bastante mayor de enfermedades y muerte. Esto puede atribuirse en parte al papel de la grasa intraabdominal, también conocida como adiposidad visceral, sobre varias anomalías metabólicas, lo que aumenta el peligro de diabetes y enfermedades cardiovasculares. La grasa visceral es más activa metabólicamente que la grasa subcutánea y se cree que tiene una fuerte influencia sobre la producción de adipocitoquinas y resistencia a la insulina. Si bien, las recientes investigaciones poblacionales demuestran que la obesidad contribuye también al deterioro cognitivo, no existen estudios que hayan evaluado modelos similares para la demencia.
R. A. Whitmer y colaboradores evaluaron la relación entre la madurez entre la obesidad central y el riesgo de sufrir demencia. Se realizó un análisis longitudinal para 6583 personales a las cuales se les había medido su diámetro abdominal sagital (DAS) entre 1964 y 1973. Los diagnósticos de la enfermedad se obtuvieron, como promedio, 36 años más tarde a partir de los registros médicos. Finalmente, se aplicaron modelos de riesgos proporcionales de Cox por edad, sexo, raza, educación, estado civil, diabetes, hipertensión, hiperlipidemia, accidentes cerebrovasculares, enfermedades del corazón y utilización médica.
Un total de 1049 participantes (15.9%) fueron diagnosticados con demencia. En comparación con los del quintil más bajo de DAS, aquellos que estaban en el más alto presentaron cerca de tres veces más de riesgo para la enfermedad psiquiátrica (riesgo, 2.72, IC del 95%, 2.33 - 3.33), y esto sólo se vio ligeramente atenuado después de la adición del índice de masa corporal (IMC) al modelo (riesgo, 1.92, IC del 95%, 1.58 - 2.35). Las personas con DAS alto (más de 25 cm) y un IMC normal tuvieron un aumento del peligro (riesgo, 1.89, IC del 95%, 0.98 – 3.81) frente a las con DAS bajo (menos de 25 cm) y un IMC normal (18.5 - 24.9 kg/m2), Mientras que tanto, los obesos (IMC mayor a 30 kg/m2), y con DAS alto presentaron el mayor riesgo de demencia (riesgo, 3.60, IC del 95%, 2.85 – 4.55).
Se concluye que la obesidad central en la madurez aumenta el riesgo de demencia independientemente de la diabetes y comorbilidades cardiovasculares. Cincuenta por ciento de los adultos tiene este tipo de obesidad, por lo tanto, nace la necesidad de difundir estos resultados para realzar la vinculación de los mecanismos que ligan a la obesidad con la demencia.
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