Oftalmología
Luz solar y bajos niveles de antioxidantes agravan la degeneración macular
La retina es vulnerable a los efectos nocivos de la luz. Si bien las longitudes de onda de la radiación UV son en gran medida absorbidas por la córnea y el cristalino, la membrana está expuesta a la luz visible, incluida la luz azul. Estudios de laboratorio y en animales han demostrado que la luz azul daña el epitelio pigmentario y la coriocapilaris a través de la generación de especies reactivas de oxígeno, pudiendo ser un factor en la patogénesis de la degeneración macular asociada a la edad (DMAE). La protección contra los efectos nocivos de la luz lo realiza principalmente el sistema de defensa antioxidante de la retina, que incluye enzimas antioxidantes apoyadas a su vez por la presencia de vitaminas C y E, carotenoides (luteína y zeaxantina) y zinc. En la mácula, los carotenoides están presentes en altas concentraciones, en calidad de “basureros” para las especies reactivas de oxígeno y para filtrar la luz azul.
Epidemiólogos ingleses examinaron la relación de la exposición a la luz del sol y a los antioxidantes con la DMAE. Cuatro mil setecientos cincuenta y tres participantes mayores de 65 años fueron sometidos a exámenes oculares, de sangre y a entrevistas. La exposición a la luz azul se estimó mediante la combinación de datos meteorológicos y cuestionarios.
Se obtuvieron datos sobre la exposición a la luz solar y de antioxidantes a partir de 101 personas con DMAE neovascular, 2182 con DMAE inicial y 2117 controles. No se encontró asociación entre la exposición a la luz azul y DMAE neovascular o temprana. La asociación más significativas se determinó entre la exposición a la luz azul y DMAE neovascular en individuos del cuartil más bajo respecto a los niveles de antioxidantes, como la vitamina C, zeaxantina, vitamina E y zinc, con un riesgo cercano a 1,4 por 1 unidad de desviación estándar de aumento de exposición a la luz azul. De igual manera, se observó un elevado riesgo para la luz azul en combinación con concentraciones bajas de algunos antioxidantes, especialmente vitamina C, zeaxantina y vitamina E (riesgo, 3,7; intervalo de confianza del 95%, 1.6-8.9), que también estuvo asociado con las primeras etapas de la DMAE.
En conclusión, aunque no es posible demostrar la relación de causalidad entre la exposición a la luz del sol y la DMAE neovascular, estos resultados sugieren que las personas deben utilizar protección ocular y consumir los principales nutrientes antioxidantes.
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