Geriatría
Beta-bloqueadores y estatinas retrasan el Alzheimer
La enfermedad de Alzheimer (EA) es la principal causa de demencia en los Estados Unidos, afectando a unas 4,5 millones de personas el 2004, número que se triplicará para el año 2030. En los individuos mayores, la condición provoca una tremenda discapacidad y un gran número de ingresos hospitalarios, con una fuerte carga financiera y emocional en pacientes, familiares y profesionales de la salud. Aunque actualmente los medicamentos aprobados tienen efectos sintomáticos establecidos, los resultados clínicos son modestos y hasta la fecha no existe una terapia para su prevención primaria o secundaria.
Este estudio (Universidad Johns Hopkins, Baltimore, Estados Unidos) examinó la relación entre el uso de fármacos cardiovasculares y la tasa de declive funcional en una población de individuos con Alzheimer. 216 personas diagnosticadas con la afección fueron seguidas longitudinalmente en sus domicilios durante una media de 3 años y 2,1 visitas. Para cado una, se completó la Evaluación Clínica de Demencia (ECD). Una regresión de efectos aleatorios se realizó con la ECD (ECD-Sum) como principales predictores de resultados cardiovasculares y el uso de fármacos.
La ECD-Sum aumentó en un promedio de 1,69 puntos anualmente, lo que indicó una disminución constante de la funcionalidad. Tras ajustar por variables demográficas y la presencia de condiciones cardiovasculares, la utilización de estatinas (p = 0,03) y beta-bloqueantes (p = 0,04) se asoció con un menor aumento de la ECD-Sum (menos declive funcional) de 0,75 y 0,68 puntos respectivamente, mientras que la utilización de diuréticos se relacionó con un aumento de la ECD-Sum (p = 0,01; 0,96 puntos por año). Los bloqueadores de los canales de calcio, inhibidores de la enzima convertidota de angiotensina, la digoxina o los nitratos, no afectaron a la tasa de declive funcional.
En conclusión, en este análisis poblacional de individuos con EA, las estatinas y los beta-bloqueadores se asociaron con una demora de la caída funcional. Se necesitan estudios adicionales para confirmar los resultados y determinar si estos medicamentos pueden ayudar a retrasar la progresión de la enfermedad degenerativa.
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