Psiquiatría
Psicoterapia telefónica alivia la depresión
La atención primaria es el sitio más común para el tratamiento de la depresión. Muchas personas con depresión prefieren la psicoterapia a los antidepresivos, pero existen barreras de acceso que disminuyen la adherencia y finalización del tratamiento. Por otra parte, el teléfono ha sido analizado como un medio de tratamiento para superar tales impedimentos, pero poco sabe sobre su eficacia en comparación con la modalidad cara a cara.
David C. Mohr y colaboradores (Universidad de Northwestern, en Chicago, Estados Unidos), determinaron si la terapia cognitivo-conductual vía telefónica (T-CBT) reduce el abandono y no es inferior al cara a cara (CBT) en el tratamiento de la depresión en pacientes de atención primaria. Los autores llevaron a cabo un ensayo controlado aleatorio en 325 individuos con trastorno depresivo mayor, reclutados entre noviembre de 2007 a diciembre de 2010. Cada uno recibió dieciocho sesiones de T-CBT o CBT cara a cara. El resultado primario fue la deserción en el postratamiento (semana 18) y los secundarios incluyeron la escala de depresión de Hamilton (Ham-D) y el cuestionario de la salud del paciente de nueve puntos (PHQ-9).
Una cantidad significativamente menor de participantes interrumpió el esquema T-CBT (n = 34; 20,9%) en comparación a CBT cara a cara (n = 53; 32,7%, P = 0,02). Los pacientes mostraron una mejoría significativa de la depresión en ambos tratamientos (P <0,001). No hubo diferencias importantes en la Ham-D (p = 0,22) o PHQ-9 (P = 0,89). El efecto de la intención de tratar en la Ham-D fue = 0,14 (IC del 90% a -0,05 a 0,33), y para PHQ-9 d = -0,02 (IC del 90%, -0,20 a 0,17). Ambos resultados estuvieron dentro del margen de inferioridad d = 0,41, lo que indica que T-CBT no fue inferior a CBT cara a cara. Aunque los participantes tenían mucho menos depresión a los 6 meses de seguimiento respecto al valor basal (p 0,001), los que recibieron el cara a cara presentaban significativamente menos depresión que T-CBT en la Ham-D (diferencia, 2,91, IC del 95%, 1,20-4,63; P <0,001) y PHQ-9 (diferencia, 2,12, IC del 95%, 0,68-3,56, p = 0,004).
En conclusión, en pacientes de atención primaria con depresión, la CBT por teléfono en comparación con el cara a cara resultó en una menor deserción y una mejoría equivalente al postratamiento de la depresión. A los 6 meses de seguimiento, los pacientes tenían menos depresión, sin embargo, los que recibieron CBT cara a cara estaban menos deprimidos que los que recibieron T-CBT. Estos resultados indican que T-CBT mejora la adherencia en comparación con el cara a cara, pero a costa de un cierto riesgo de mal mantenimiento de lo ganado después del cese del tratamiento.
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