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III:
Visible a distancia.
IV:
Bocio gigante.
Examen del bocio
Estimar el tamaño del bocio, evaluar la consistencia y superficie glandular, buscar
adenopatías cervicales que pueden orientar a una enfermedad neoplásica. La presencia de
nódulos debe hacer sospechar malignidad.
Etiología
1. Enfermedad tiroidea autoinmune: Tiroiditis linfocitaria crónica, enfermedad de Graves.
2. Endémico: Por déficit de yodo.
3. Idiopático simple o coloideo.
4. Infecciosa: Tiroiditis aguda supurativa (bacteriana) o subaguda (viral).
5. Tumoral: Carcinoma tiroideo.
Cuadro clínico
Evaluar:
1. Síntomas de disfunción tiroidea tanto hipo como hiperfunción (frecuencia intestinal,
crecimiento de fanéreos, intolerancia al frío o al calor).
2. Crecimiento pondoestatural.
3. Antecedentes de patología tiroidea familiar, ingesta de sustancias bociogenas, lugar de
residencia e historia de irradiación cervical.
Laboratorio
Evaluar función tiroidea (TSH, T4 o T4 libre) y ante sospecha de hipertiroidismo agregar
T3, evaluación autoinmunidad (anticuerpos antitiroglobulina, antimicrosomales y TRAB),
ecotomografía tiroidea, recordando que este examen es observador dependiente, permite
evaluar la presencia de nódulos tiroideos y la existencia de algunos elementos de malignidad
(tamaño >1 cm., calcificaciones finas periféricas, límites no bien definidos).
Tratamiento
Dependerá de la causa del bocio.
5) Hipertiroidismo
El hipertiroidismo es una patología menos frecuente en niños que en adultos. La incidencia
en Reino Unido es de 0,9/100.000/año y el 96% es de causa autoinmune y la principal causa es
la enfermedad de Basedow Graves.
Los síntomas son secundarios al aumento de hormonas tiroides y son irritabilidad,
palpitaciones, insomnio, inquietud intensa durante el sueño, intolerancia al calor, polifagia,
baja de peso (5% aumentan peso), disminución de la potencia muscular, especialmente en
extremidades inferiores, disminución del rendimiento escolar y diarrea.
Enfermedad de Basedow Graves
Puede presentarse a cualquier edad, siendo más frecuente en el sexo femenino, a edades
peripuberales y puberales.
a) Características clínicas: Trastornos del carácter, labilidad emocional, inquietud, mala conducta
escolar e insomnio. Intolerancia al calor, aumento de la frecuencia en las deposiciones, aumento
en el apetito, baja de peso y aumento en la velocidad del crecimiento.
b) Examen físico: Taquicardia, pulso saltón, hipertensión sistólica, aparición de soplo cardíaco,
piel caliente y húmeda. Las alteraciones oculares son menos frecuentes que en el adulto,
siendo lo más frecuente el exoftalmo, el que a veces es asimétrico y puede no ser tan evidente.
Bocio en la mayoría, de tamaño variable con frémito y/o soplo.
Endocrinología