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extrauterino, exacerbando problemas respiratorios e hipoglicemia. El reconocimiento del aumento
del riesgo de estrés por frío en los recién nacidos prematuros, posteriores al nacimiento, puede
conducir a estrategias de prevención tales como envoltura de plástico, mantas calientes y contacto
piel a piel con la madre.
Hipoglicemia
La incidencia de hipoglicemia en PT es 2 a 3 veces mayor que la observada en recién nacido
a término (RNT). La hipoglucemia en el PT se debe a reducción de los depósitos de glucógeno y
a la baja actividad de las enzimas gluconeogénicas y glicogenolíticas, especialmente la actividad
de la glucosa-6-fosfato hepática, junto con una ingesta enteral deficiente debido a la inmadurez
gastrointestinal y una mala coordinación de succión-deglución. Un metaanálisis de 22 estudios
confirmó el mayor riesgo de hipoglicemia en los recién nacidos PT (OR: 7,4; IC del 95%: 3-18,1),
en comparación con los niños a término. Altman y colaboradores informaron una tasa de hipo-
glicemia del 16% en una cohorte sueca basada en una población de 6.674 recién nacidos entre
30-34 semanas. La Academia Americana de Pediatría (AAP) recomienda que todos los recién
nacidos PT sean evaluados para hipoglicemia durante las primeras 24 horas vida. La presencia de
problemas adicionales de transición, como el compromiso respiratorio y el estrés por frío, aumenta
la probabilidad de que la hipoglicemia se extienda más allá de 24 horas de vida.
Maduración gastrointestinal y de alimentación
Los PT tienen una pobre coordinación de succión y deglución debido a la inmadurez neuronal
y a un tono general disminuido, pero especialmente al tono oromotor en comparación con los
RNT. La deglución, la función peristáltica y el tono del esfínter en el esófago, estómago e intes-
tino son menos maduros en comparación con el RNT, alcanzando su desarrollo después de las
34 semanas de gestación. Las dificultades de alimentación ocurren en 30% a 40% de los recién
nacidos PT y disminuyen con el aumento de la edad gestacional. La lactancia materna del RN
prematuro presenta un desafío significativo con menos períodos de vigilia, menos resistencia y
menos succión eficiente, con el riesgo de hipoalimentación y deshidratación. Esto puede resultar
en un período de tiempo más largo para lograr patrones de alimentación normales y retraso en el
alta hospitalaria. En una revisión de 22 estudios, el riesgo de problemas de alimentación (OR: 6,5;
IC del 95%: 2,5-16,9) y enterocolitis necrosante (OR: 7,5; IC del 95%: 3,3-17,3) fueron signifi-
cativamente mayores en los PT que en RNT. El riesgo de enterocolitis necrosante aumentó con la
disminución de la edad gestacional en cada semana de 36 a 34 semanas, aunque las tasas reales
son bajas, oscilando entre 0,3 y 0,7% en los nacidos a las 33-34 semanas de edad gestacional y
aumentan a 1,9% a las 30 semanas de EG.
Hiperbilirrubinemia
La hiperbilirrubinemia en PT suele ser más frecuente, grave y prolongada que la observada en
RNT. La dificultad en la alimentación antes señalada también juega un papel en el aumento del
riesgo de hiperbilirrubinemia. Una ingesta inadecuada de leche materna que resulta en diversos
Tabla 1. Patología respiratoria en PT
Patología
PT (%)
RNT (%)
RR
(IC 95%)
EMH
5,3
0,39
17,3
(9,8-30,6)
Taquipnea transitoria
3,5
0,45
7,5
(5-11,2)
Hipertensión pulmonar
0,4
0,08
7,5
(3,8-6,3)
Apneas
0,87
0,05
15,7
(11,8-20,9)
Neumotórax
0,81
0,17
3,4
(1,8-6,4)
Neumonía
2,2
0,59
3,5
(1,4-8,9)
Ventilación mecánica
2,5
1,2
4,9
(2,8-8,6)