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Contenido disponible en
www.neumologia-pediatrica.clNeumonía complicada en pediatría, su manejo: un reto - Agudelo B.
Neumol Pediatr 2013; 8 (2): 79-85.
Figura 2.
Absceso pulmonar
en niño de 3 años de edad.
Figura 1.
Gran derrame pleural en un niño de 3 años.
Efecto de masa con desviación del mediastino.
Figura 3.
Ecografia de un niño de 3 años con neumonía
complicada con derrame y con lesión necrosante intra-
parenquimatosa.
piema no se encontró ventaja de la TAC sobre el ultrasonido al tomar
decisiones ya que este último puede diferenciar con gran certeza las
consolidaciones de la efusión, el volumen del líquido y la presencia
de septos que son los requisitos indispensables a la hora de tomar
decisiones. La desventaja, es un examen que depende del operador
y en algunas instituciones pude ser problemático a la hora de tomar
decisiones
(14)
(Figura 3).
Tomografía de tórax
No es más sensible que la ultrasonografía en demostrar septos, pero
con contraste puede detectar mejor el engrosamiento pleural. La
literatura reciente hace énfasis en que las dosis de radiación de la
tomografía es acumulativa y puede aumentar el riesgo de cáncer. Se
recomienda que se usen tomógrafos avanzados y con mínimas dosis
de radiación, pero no se recomienda, por lo tanto, como examen de
rutina en los pacientes con neumonía complicada
(15)
. La presencia de
líquido en el espacio pleural se demuestra por la radiografía y la can-
tidad y calidad de líquido, igualmente los septos se detecta mejor por
el ultrasonido. La tomografía sólo debería usarse en los casos difíciles.