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Neumol Pediatr 2015; 10 (4): 160 - 168

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Tuberculosis extrapulmonar en niños

de glucosa y celularidad con predominio de linfocitos. Casi nunca

se encuentran bacilos en los frotis del líquido y los cultivos son

positivos en menos de 30% de los casos. La biopsia pleural arroja

mayor positividad del bacilo y muchas veces demuestra la presencia

de granulomas (10,16,33).

Otras ayudas diagnósticas son la radiografía de tórax,

en donde se aprecia derrame pleural usualmente unilateral,

anomalías parenquimatosas en varios casos, engrosamiento

pleural y calcificaciones (Figura 4). La ecografía puede revelar

nódulos pleurales. La tomografía no proporciona ningún dato

complementario. También es de utilidad la prueba de tuberculina

positiva > 5 mm, los niveles de ADA >40 U/L y los de interferón con

un punto de corte entre 0,3-5 mg/L. (16,30,33)

El pronóstico es excelente.

TUBERCULOSIS MILIAR

La diseminación hematógena del bacilo tuberculoso a

dos o más órganos se conoce como TB miliar; aunque para fines de

manejo programático, si hay compromiso pulmonar concomitante,

se clasifica como tuberculosis pulmonar (10,29). Es más frecuente

en lactantes y niños pequeños. Las lesiones suelen ser más

numerosas y de mayor tamaño en los pulmones, bazo, hígado y

médula ósea (10,31) (Figura 5)

Los hallazgos clínicos más frecuentes son anorexia,

fiebre, tos, falla de crecimiento, taquipnea, dificultad respiratoria,

espiración prolongada, sudoración nocturna, pérdida del apetito y

de peso, hepatoesplenomegalia y adenopatías generalizadas, pero

dependen de los órganos comprometidos (10,31,34)

La prueba de tuberculina puede ser negativa hasta en un

40% de los pacientes, además, el cultivo de esputo o de aspirado

gástrico es poco sensible. El diagnóstico se hace habitualmente

realizando biopsia hepática o de médula ósea, seguida del examen

bacteriológico e histológico correspondiente (10).

TUBERCULOSIS OSTEO-ARTICULAR

Es la infección directa de los huesos y/o articulaciones

por el bacilo tuberculoso. Representa 1-5% de todos los casos de

enfermedad tuberculosa y 10-18% del compromiso extrapulmonar;

la afección vertebral, generalmente de la columna dorsal, es su

localización más común (mal de Pott o espondilitis tuberculosa),

manifestación que es más frecuente y severa en niños que en

adultos (3,10,30) ( Figuras 6 y 7).

Figura 4.

Tuberculosis pleural. Niña de 11 años.

(Archivo personal del autor)

Figura 6.

Mal de Pott. Niña de 3 años.

(Archivo personal del autor)

Figura 5.

Tuberculosis miliar pulmonar y diseminada. Lactante de 2

meses. (Archivo personal del autor)

Figura 7.

Mal de Pott, absceso frío y compromiso vértebra y costilla

adyacente. Niña de 3 años. (Archivo personal del autor)