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Neumol Pediatr 2017; 12 (4): 161 - 168

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Rol del kinesiólogo respiratorio en el proceso de alta domiciliaria

en niños con ventilación mecánica prolongada

proporción de estos niños, convirtiéndose en la nueva tendencia

y el gold estándar a seguir (4,18,26).

El apoyo técnico que incluyen estos programas son

principalmente cuidados de enfermería, recibiendo en menor

proporción el apoyo de otros profesionales de la salud. Un

estudio español describe que apenas un 1,8% de los niños con

VMP domiciliaria recibe apoyo de cuidadores que no sean los

padres o personal de enfermería, pudiendo incluir al terapista

respiratorio, físico o kinesiólogo (4,26). Lo anterior parece

crítico dada la particular necesidad de esta población de recibir

un optimo manejo ventilatorio. En Canadá y Estados Unidos el

TR tendría un rol clave en la administración de los cuidados

respiratorios, el entendimiento de dispositivos de soporte

ventilatorio, aerosolterapia, oxigenoterapia y educación entre

otras labores.

ROL DEL TERAPISTA RESPIRATORIO

El rol de TR es clave en el manejo de pacientes con

patologías crónicas y dependencia tecnológica, transformándose

en un miembro fundamental no solo en el contexto hospitalario,

sino que en el comunitario al ser parte del equipo técnico

domiciliario.

Tearl et al reportan los resultados de una intervención

que consiste en la ejecución de un programa de alta domiciliaria

en el cual un TR cumple la función de coordinador. Una de sus

tareas era identificar, a través de evaluaciones continuas en

servicios críticos, a pacientes susceptibles de ser dados de alta.

También lo era diseñar planes de cuidado respiratorio, determinar

el equipo domiciliario necesario, entregar manuales educativos

y programar sesiones de entrenamiento. Posteriormente se

ocuparía de contactar a la compañía de soporte domiciliario y

monitorizar algunas sesiones de entrenamiento asegurando que

la preparación multidisciplinaria sea óptima. (20,21).

Este programa fue implementado tras un periodo

en que las educaciones eran llevadas a cabo por diferentes

profesionales, dependiendo del turno y la carga asistencial

existente, pudiendo incluso ser canceladas debido a ello.

Tampoco existía una guía acerca del rol del terapista respiratorio

en el proceso de alta, las cuales eran logradas en base a

evaluaciones caso a caso sin contar con un plan de alta fluido,

transparente, conocido y compartido por todos lo integrantes del

equipo (20). Esta falta de coordinación y retrasos en la decisión

organizacional constituyen, junto al aspecto social (disposición

al alta y vivienda no apta), las causas más frecuentes de retraso

en el traslado domiciliario. Incluso por sobre otras barreras

asociadas a la condición de salud del niño como la reagudización

del estado de salud (13,27-29).

Con el TR como coordinador no se reportaron diferencias

significativas en la estancia hospitalaria, pese a que disminuyó

de 82 ± 45 días a 48 ± 44 días, sin embargo posteriormente se

demostró que existió una mejoría estadísticamente significativa

en la satisfacción de los familiares respecto del proceso de

educación y alta. Adicionalmente, personal de las compañías

de hospitalización domiciliaria y equipos médicos percibieron

un alto grado de conocimiento y competencia por parte de los

cuidadores (20, 21).

Dado lo anteriormente descrito, una de las medidas

más efectivas para lograr optimizar el proceso de alta domiciliaria

es la ejecución de un programa conocido y compartido por

todo el equipo. En Chile es sabido que los programas de alta

domiciliara incluyen, instrucción en torno al manejo de vía

aérea (rutinario y de emergencia), cuidados de la TQT (incluido

el cambio de ella), alimentación, resucitación cardiopulmonar,

succión endotraqueal, oxigenoterapia, oximetría de pulso, uso de

la bolsa de resucitación manual, técnicas básicas de fisioterapia

manual y manejo básico del ventilador mecánico (13,20,27). Sin

embargo los plazos en que estas instrucciones son ejecutadas

no han sido reportados, pudiendo ser susceptible de mejora a

través del establecimiento de un coordinador único y tiempos

acotados de implementación predefinidos.

ROL DEL KINESIÓLOGO RESPIRATORIO

En Chile las educaciones a los cuidadores son

realizadas por distintos profesionales de acuerdo a su área de

desempeño. En lo relacionado a los cuidados respiratorios, la

literatura destaca la labor del terapista respiratorio, sin embargo

en nuestra realidad es el Kinesiólogo con formación respiratoria

quien cumpliría con sus funciones.

A pesar de que se han definido roles para el TR en forma

internacional, existe menos evidencia del rol del kinesiólogo en

el proceso de alta, educación al cuidador y soporte técnico en

el domicilio. En nuestro país las competencias del Kinesiólogo

son más amplias que las descritas para el TR, incluyendo la

interpretación adecuada de signos y síntomas de dificultad

respiratoria, que sumado a una correcta interpretación de la

monitorización, permitiría categorizar el quiebre del basal clínico

debido a exacerbaciones respiratorias. Además estaría encargado

de vigilar la administración de oxigenoterapia y ejecutar técnicas

kinésicas necesarias para permeabilizar la vía aérea (manual o

mecánicas). También sugeriría la modificación de parámetros

ventilatorios, adecuaría los sistemas de termohumidificación,

supervisaría la aerosolterapía y administración de ventilación

mecánica con énfasis en la monitorización automatizada de

su desempeño técnico a través de la lectura e interpretación

de las tarjetas de registro removibles, pulsioximetría continua,

capnografía y poligrafía (24,30).

En nuestro país, el profesional kinesiólogo cumple

una función adicional clave que lo distingue del aspecto técnico

vinculado al TR, que es la RR. En el contexto de estos niños es

clave optimizar el estado funcional cardiorespiratorio previo al

alta, intentando alcanzar su máximo desempeño (30).

Lograr el mejor estado funcional del niño constituye

un nuevo escenario en el cual el kinesiólogo parece ser el

profesional idóneo para combinar los aspectos técnicos del

soporte ventilatorio y metas funcionales acordes a la reserva

cardiorespiratoria, siendo la individualización y especificidad de