Neurología
Niveles de cobre sérico predicen la enfermedad de Alzheimer
La enfermedad de Alzheimer (EA) es una forma de demencia que avanza a ritmos diferentes en las distintas personas y aún se desconocen muchos de los factores que influyen en la predicción de la progresión. En un artículo anterior, se informó que la relación ceruloplasmina-cobre representaría la clave para interpretar los efectos del metal en la EA. En particular, se señala que la desregulación de la relación aumentaría sus niveles séricos, correlacionándose con los marcadores y el típico déficit de la afección. Estas observaciones han sido recientemente confirmadas por otros dos estudios realizados en Holanda y Estados Unidos. En particular, los datos indican que el nivel de cobre libre en el suero en individuos enfermos es casi el doble que en condiciones normales (EA 2,27 ± 0,16 mol/L; normal de 1,56 ± 0,29 mol/L).
Neurólogos italianos analizaron si la desregulación biológica del cobre puede predecir el empeoramiento clínico de la EA. Se evaluaron los niveles de cobre, hierro, zinc, transferrina, ceruloplasmina, peróxidos, capacidad antioxidante total, cobre libre y el genotipo de la apolipoproteína E en 81 pacientes con Alzheimer leve o moderada, con una edad media de 74,4 años, seguidos clínicamente después de 1 año. Mediante regresión múltiple se analizó la asociación entre las variables biológicas y el Mini examen del estado mental (MMSE, resultado primario) y las actividades de la vida diaria (AVD) y actividades instrumentales de la vida diaria (AIVD) (resultados secundarios).
Según los resultados, el cobre libre fue capaz de prever el cambio anual del MMSE: su incremento explicó la variación del 2,4% (sólo con el género, la edad y educación) al 8,5% (p = 0,026). Cuando el cambio anual en el MMSE se dividió por <3 o ≥ 3 puntos, el cobre libre fue el único predictor de una disminución más grave (probabilidad de empeoramiento del 23%: riesgo = 1,23; intervalo de confianza del 95% = 1.03-1.47; p = 0,022). Los pacientes con hiperlipidemia y altas concentraciones de cobre libre tenían más posibilidades de agravar el deterioro cognitivo. Por último, el cobre libre se correlacionó con los valores clínicos de las AVD y AIVD a 1 año.
En conclusión, estos resultados muestran una asociación entre la desregulación del cobre y una desfavorable evolución de la función cognitiva en la enfermedad de Alzheimer. Se necesita más investigación para establecer si es un factor de riesgo independiente para el deterioro cognitivo.
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