Previous Page  475 / 778 Next Page
Information
Show Menu
Previous Page 475 / 778 Next Page
Page Background

473

Miocarditis

Pablo Gómez L.

Corresponde a la inflamación del músculo cardíaco, miocardio, como consecuencia de

diversos agentes etiológicos. La incidencia precisa de miocarditis no es conocida. Se estima en

0,5/10.000 consultas en un servicio de urgencia.

Según la severidad puede ser aguda, fulminante o crónica. Los casos leves, irreconocibles

para el clínico, pueden ir a la resolución espontánea. Los casos crónicos pueden progresar a

miocardiopatía dilatada. El compromiso puede ser focal, multifocal o difuso. Los mecanismos

patogénicos de daño a la célula miocárdica incluyen producción de citoquinas, persistencia

viral, invasión viral del endotelio causando espasmos vasculares con injuria de reperfusión o

respuestas autoinmunes. La injuria irreversible se asocia con hipertrofia compensatoria del

miocito, fibrosis intersticial, cicatrices y dilatación de las cavidades cardíacas (miocarditis

crónica). En los procesos virales en la microscopia puede observarse un infiltrado celular de

predominio linfocitico, edema intersticial, necrosis focal y miocitolisis.

Etiología

– Infecciosas: Virus (coxsackie, parvovirus B19, herpes virus 6, influenza, parainfluenza,

adenovirus, HIV, echovirus, polio, CMV, VRS, varicela, sarampión, rubéola, hepatitis, Epstein

Barr), bacterias (

Chlamydia, H influenzae, Legionella,

Meningococo,

Mycobacterium

TBC,

Salmonella, Staphylococus, Streptococcus

A, Neumococo) espiroquetas (

Borrelia burgdorferi,

Leptospiras

), rickettsias, protozoos (

Tripanosoma cruzii,

toxoplasma), parásitos (larva migrans

visceral, áscaris, echinococcus), hongos (Aspergilus, Candida, Hystoplasma, Actinomyces).

– No infecciosas: Tóxicos (escorpión, radiación, picadura de abeja, etanol, cocaína, litio), drogas

(sulfonamidas, agentes quimioterapéuticos, fenitoína, isoniacida, amitriptilina, aminofilina),

autoinmune (fiebre reumática, lupus, enfermedad celíaca, miocarditis eosinofílica, etc.),

enfermedades sistémicas (Kawasaki, esclerodermia, sarcoidosis), calor excesivo, hipotermia.

Clínica

Su presentación clínica es variada, desde cuadro simil resfrío a insuficiencia cardíaca

congestiva y/o muerte súbita. En recién nacidos y lactantes se presenta más severamente con

shock cardiogénico y miocardiopatía dilatada, lo que se asocia a alta mortalidad (sobre el 75%

v/s 10%-20% en niños mayores).

Puede estar precedido por días o semanas por un cuadro viral respiratorio o

gastrointestinal. Luego se manifiesta con anorexia, dolor abdominal, vómitos, letargia,

somnolencia, hipotonía, taquicardia sinusal desproporcionada a la fiebre concomitante o

síncope. Amenudo estos pacientes se diagnostican como neumonía, asma, o bronquiolitis. Los

niños mayores, especialmente los mayores de 10 años de edad, presentan dolor precordial,

corto aliento, intolerancia al ejercicio, mialgias, artralgias, fatiga y palpitaciones.

Al examen físico puede observarse signos de insuficiencia cardíaca, ellos son taquicardia,

ritmo de galope, ritmo irregular (por arrtimias) vasoconstricción periférica, palidez, pulsos

débiles, llene capilar enlentecido, sudoración, irritabilidad o llanto débil, fatiga, cansancio,

disnea, taquipnea, sibilancias, signología húmeda pulmonar, tos, cianosis (por edema agudo

pulmonar o shunt derecha a izquierda), hepatomegalia, ingurgitación yugular (difícil de ver en

el lactante), edema facial/palpebral y periférico.

Diagnóstico

– El

gold standard

del diagnóstico de miocarditis es la biopsia endomiocárdica (EB), sin

embargo tiene baja sensibilidad y elevado número de falsos negativos. El diagnóstico mejora

usando técnicas moleculares, amplificación del genoma viral RT-PCR (reacción en cadena

de polimerasa); hibridación

in situ.

Los riesgos de perforación o de injuria valvular son

mayores en los pacientes más jóvenes. Por esto el diagnóstico de miocarditis se basa

usualmente en técnicas no invasivas y el soporte clínico.