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capítulo 3: Nutrición

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La

antropometría

, presenta muchas limitaciones y por lo general es muy dificultosa. El peso

puede lograrse idealmente en una silla-balanza o, en su defecto, por diferencia de peso con un

adulto. La talla puede medirse por segmentos corporales o por la medición de la tibia desde su

tuberosidad anterior al maléolo interno:

Talla (cm) = (3,26 x longitud de tibia [cm]) + 30,8

Se han propuesto patrones de crecimiento para niños con PC, clasificándolos según su ac-

tividad motora gruesa (GMFCS) y el uso de alimentación enteral, los cuales nos entregan orien-

taciones en relación a su crecimiento y la suficiencia de la nutrición, en términos de energía. Al

presentar diferencias marcadas en términos de composición corporal y masa grasa, son de gran

utilidad estos patrones

versus

los utilizados para la población general.

La circunferencia braquial (CB) y los pliegues subcutáneos (masa grasa), pese a no tener patro-

nes de referencia específicos para estas condiciones y existir variabilidad interindividual en su me-

dición, es de utilidad en el seguimiento de cada niño, sobre todo si existen dificultades en pesarlo.

Requerimientos nutricionales

Energía

Las habilidades funcionales del niño influyen en sus necesidades energéticas, así como su

composición corporal, siendo los pacientes no ambulatorios los que tienen el menor gasto total

de energía, y por lo tanto, menores necesidades de energía que los niños con mayor actividad.

Se ha observado que los requerimientos de energía para niños con PC que están parcialmente

hospitalizados o que no se movilizan, son aproximadamente el 70-80% de los requerimientos para

la población normal. Además, hay que considerar que se ha visto que hasta el 60% de los niños

PC reciben menos del 80% de la ingesta calórica diaria recomendada, la que está limitada por la

gran cantidad de problemas a la hora de alimentar a este tipo de pacientes.

La determinación más precisa es mediante calorimetría indirecta, pero al no estar disponible,

el método factorial parece ser un adecuado punto de partida. Sin embargo, independiente del

método escogido, requiere reevaluación periódica para adecuar suficiencia del aporte calculado.

Algunos de los factores a considerar para su cálculo son: enfermedad de base, sexo, edad,

evaluación nutricional actual, uso de peso ideal si corresponde y el tipo de actividad física (si ca-

mina, se arrastra, usa silla de rueda), si posee apoyo ventilatorio, su tono muscular, movimientos

involuntarios y convulsiones.

GER (Kcal/día)

Gasto energético en reposo según fórmula Schofield

Requerimiento de energía (Kcal/día)

(GER x tono muscular x actividad física) + crecimiento

Tono muscular

Hipotonía = 0,9

Hipertonía = 1,1

Actividad física

Postración = 1,15

Sentado en la cama o silla de rueda = 1,2

Gatea = 1,25

Deambula (rutina de casa) = 1,3

Crecimiento (Kcal/día)

Ganancia de peso (g/día) x 2 Kcal

También se ha visto una buena correlación con el método factorial descrito, una forma abre-

viada de cálculo que considera el número de calorías para la talla, dependiendo del grado de

actividad del niño y el estado nutricional previo. Estimar entre 11 y 15 Kcal/cm.

Proteínas

No hay evidencia para sugerir que las necesidades proteicas son diferentes para los niños

con parálisis cerebral, pero un aporte adicional de proteína puede ser necesario para ayudar a la

recuperación del crecimiento de niños PC gravemente desnutridos. Por lo tanto, se recomienda

utilizar los requerimientos de energía según edad para población normal.