

688
La sangre y los hemocomponentes son un producto biológico de disponibilidad limitada y alto
costo. Su transfusión conlleva un riesgo de reacciones adversas por lo cual su indicación debe ba-
sarse en un criterio terapéutico estrictamente avalado, aceptado universalmente y adecuadamente
valorado. Por el contrario, el riesgo de complicaciones secundarias no debe impedir su realización
cuando la transfusión está correctamente indicada.
Al momento de realizar una transfusión en pediatría, se debe tener un conocimiento exacto
de la fisiología en las diferentes etapas de desarrollo, especialmente la etapa neonatal donde
ocurre la transición feto-neonatal con cambios complejos en la hematopoyesis y la hemostasis.
Avances en la tecnología ha llevado a grandes desarrollos en los centros de tratamientos in-
tensivos y cuidados neonatológicos. Esto ha determinado un porcentaje mayor de supervivencia,
y convirtiéndolos en uno de los grupos de pacientes más trasfundidos. La tasa de transfusión de
sangre desplasmatizada (SD) y concentrados plaquetarios (CP) en niños hospitalizados en hospi-
tales académicos pediátricos, es de aproximadamente el 5%.
La medicina transfusional pediátrica
La podemos dividir en 2 etapas:
1) Desde el nacimiento hasta los 4 meses de edad (incluyendo prematuros menores de 1.000-
1.500 g).
2) Individuos mayores de esta edad.
Esta división es realizada teniendo en cuenta algunas consideraciones:
- La volemia en el recién nacido pretérmino con muy bajo peso al nacer (1.000 g) es de 100 ml/
kg, los de término es de 75-85 ml/Kg.
- Poca capacidad de adaptación a los cambios de volumen, con una pobre respuesta compen-
satoria a la hipovolemia.
- El estrés al frío producido por la transfusión de hemocomponentes a una temperatura inferior
a 37°C, lleva a hipotermia, aumento del metabolismo, hipoglucemia, acidosis metabólica,
favoreciendo la presencia de episodios de apnea los cuales determinan hipoxia e hipotensión.
- Los neonatos presentan un sistema inmunológico inmaduro y los anticuerpos presentes en
ellos son de tipo IgG provenientes de la madre. Aquellos con peso menor a 1.500 g presentan
un riesgo mayor de enfermedad de injerto
vs
huésped EIVH transfusional, por lo que la SD y
CP deben ser irradiados.
- Diversos problemas metabólicos como acidosis e hipocalcemia pueden presentarse en forma
secundaria a las transfusiones en neonatos debido a su incapacidad de metabolizar el citrato
favorecido por la inmadurez hepática.
- La hiperkalemia puede determinar trastornos del ritmo cardíaco, por lo que, al momento de
transfundir SD en neonatos, se recomienda sea de menos de 5 días de extraída y en el caso de
requerir irradiación gamma, es realizarla previo a la misma y no almacenar la unidad irradiada,
si no es posible que sea el menor tiempo posible.
- La transmisión de agentes infecciosos en los recién nacidos como por ej: el citomegalovirus
(CMV), puede ser evitada con transfusión de SD y CP CMV negativos o leucorreducidos me-
diante la utilización de filtros leucorreductores.
Transfusión con hemocomponentes
en pediatría
Felipe Lemos G.
CAPÍTULO 17